
Hoy 21 de septiembre, Festividad de San Mateo, es aniversario de la muerte de Henri Nouwen. En un rato celebraré la Eucaristía y le tendré muy presente, además de que tengo pensado hablar sobre él en el encuentro de espiritualidad que tengo cada viernes con un grupo de Tercera Edad, así como esta noche, en un encuentro de matrimonios en la parroquia, tomaré sus ideas acerca de la vocación y el camino a casa.
En una biografía de Nouwen encontré hace tiempo una definición suya acerca del matrimonio que me gustó y se las comparto ahora:
"El matrimonio no es una atracción entre dos individuos que dura toda la vida, sino un llamado para que dos personas den testimonio conjunto del amor de Dios. La base del matrimonio no es el afecto mutuo, o los sentimientos, emociones, o pasiones, que asociamos con el amor, sino una vocación, un ser elegidos para construir juntos una casa para Dios en este mundo"
La vocación, para Nouwen, tiene que ver con un camino que nos conduce al hogar, y por eso estuvo recorriendo esa senda casi toda su vida. Comprendió que el corazón de Dios era esa casa que anhelaba, y que podía encontrarlo a través de una comunidad redentora en la que la fragilidad fuese una virtud. Henri me acompañó todos estos años en sus libros y hoy quiero sentirle cercano, en una comunión que me ayuda a superar mis propios obstáculos para llegar a ese hogar que todos necesitamos.
"Te pido que este sea mi ministerio:
unirme a la gente en su viaje
y abrir sus ojos para que te amen".
-Henri Nouwen-
GRACIAS, HENRI.
GRACIAS HENRI!!!
ResponderEliminargracias Manuel por compartirlo.
En el encuentro de anoche con algunos matrimonios de la parroquia, de edades diversas, pude compartir este texto de Nouwen, complementándolo con otros que ayudaban a comprender EL MATRIMONIO COMO VOCACIÓN. Lo que más costó fue entender que el amor exige obediencia. (Dice Merton: El amor florece cuando es obediente) ES que defendiéndo la libertad no alcanzamos a entender que libertad y obediencia no se contradicen, se complementan. NO hay que temer reconocer y aceptar que EL AMOR OBLIGA.
ResponderEliminarHola Manuel: ¡que diferentes Nouwen y Merton! mientras el primero abría espacios cada vez más amplios desde su soledad, Nouwen recorría un laberinto infinito, encerrado "afuera".
ResponderEliminarAmo a Merton, Nouwen me inspira ternura como un niño,y por momentos me contagia su angustia, andando y desandando en busca de paz.
Ahora llegó, ahora está en la paz Henri.
Te saludo desde Argentina, Elsa
Gracias, Elsa, por tu comentario. Sí,. eran diferentes Merton y Nouwen y al mismo tiempo tenían varias cosas en común. Algunos les comparan encontrando muchas similitudes, otros, por el contrario, resaltan sus diferencias. Son mis maestros, y escucho a ambos, cada uno me muestra las cosas desde un punto de vista diferente, pero no se contradicen. Ambos, como pudieron, intentaron hacer su camino y de algun modo lo consiguieron.
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