
Los Santos del Carmelo son una inmensa muchedumbre de hermanos nuestros que consagraron su vida a Dios, abrazando las enseñanzas del divino Maestro e imitando su vida, y se entregaron al servicio de la Virgen María en la oración, la abnegación evangélica y el amor a las almas, sellado a veces con su sangre. Ermitaños del Carmelo, mendicantes de la Edad media, doctores y predicadores, misioneros y mártires; monjas que dilataron el pueblo de Dios con la misteriosa fecundidad de su vida contemplativa; religiosas que descubrieron el rostro de Cristo a sus hermanos con el apostolado sanitario o docente, sobre todo en tierras de misión; seglares que en medio del mundo supieron encarnar el espíritu de la Orden. Toda la familia del Carmelo de la patria con María, su madre, a la cabeza constituye en este día el motivo de nuestro gozo y nuestra alabanza al Padre. Recordamos a nuestros hermanos que ayer se dedicaban a la asidua oración en la tierra y hoy participan en la liturgia del cielo, y nos unimos espiritualmente a su gloria, mientras peregrinamos por los caminos que ellos, animosos, recorrieron, viviendo en obsequio de Cristo y siguiendo las huellas de nuestra Señora.
No puedo esconder el gozo que me produce evocar y celebrar a los santos. Es para mí una fuente de energía espiritual recordar a los que me precedieron en la fe. Ayer celebré con mucho entusiasmo esta fiesta del Carmelo, lo mismo que el pasado día 1. CReo que recibimos muchas gracias cuando conocemos, evocamos y celebramos a los santos.
ResponderEliminarQué lindo Manuel! Te comparto esto que quizas hayas visto en mi blog. El domingo tuve el inmenso regalo de poder participar en la ceremonia de beatificación de Ceferino Namuncurá, en la Patagonia.Todavía me inundan la emoción, la alegría, las sensaciones intensas que se vivieron allí.Y coincido con esto de que es una "fuente de energía espiritual inmensa...". Uno reconoce en la vida de los santos, a personas que han hecho de lo ordinario y de lo simple algo GRANDE. Y entonces eso te contagia, te anima, te impulsa interiormente a no quedarte en el lugar, cómodo, Sino a ir decididamente por más, jugarse más, entregarse más, respondiendo SI a Dios, en lo que se nos va presentando a diario como desafío, y en las muchas ocasiones que tenemos durante el día de glorificarlo,haciendo que nuestra vida tenga un sentido pleno. Fue impresionantemente fuerte haber podido ser testigo de esta fiesta.
ResponderEliminarCompartimos la alegría por la celebración de los santos que nos animan desde su vida y su ejemplo a intentar hacer nuestro propio camino de santidad. Algo que me impacta de Ceferino, es que él ha sido absolutamente fiel en lo poco, y se le han confiado grandes cosas; él quería ser "útil a su gente" ( a su pueblo mapuche)...y ahora se le regala interceder por todo el mundo ante Dios, ahora TODOS somos parte de SU gente. Qué genial!!! no? Que tengas un buen día!