miércoles, 2 de abril de 2008

Impotencia interior.


“A veces, la meditación no es otra cosa que una batalla infructuosa por volvernos hacia Dios, por buscar su rostro mediante la fe. Un número enorme de cosas más allá de nuestro control puede hacer moralmente imposible que meditemos con efectividad. En tal caso, son suficientes la fe y la buena voluntad. Si uno ha hecho un esfuerzo sincero y honesto para dirigirse a Dios y no parece alcanzar esa meta, entonces el intento deberá contarse como una meditación. Esto significa que Dios, en su misericordia, acepta nuestros infructuosos esfuerzos en lugar de la meditación real. A veces sucede que esta impotencia interior es un signo de progreso real en la vida interior, pues nos hace depender más completa y pacíficamente de la misericordia de Dios”.

Thomas Merton.

1 comentario:

  1. ...depender más completa y pacíficamente de la misericordia de Dios", más allá del esfuerzo de cada uno para lograr ser mejores personas, la gracia nos va conduciendo por estos caminos de la Misericordia de Dios en la meditación, oración y también en la actividad.

    Inés

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