
Mi buena amiga María J. vuelve a premiar mi trabajo a pesar de mis protestas;
mi tiempo es escaso y mi torpeza para manejar el ordenador
me han hecho declinar una y otra vez estos premios
que obligan a continuar el trabajo de reconocimiento.
No obstante, siempre me siento motivado, agradecido, emocionado,
al ver lo importante que resulta para muchos mi modesto esfuerzo.
Si hay un premio a la fidelidad lo merecen todos ustedes.
Sé que no te gustan los premios, por tu escaso tiempo y otras cosas. Pero se te agradece el que lo hallas colgado en el blog.
ResponderEliminarUn abrazo
MJ
Es que los amigos nos transforman irremediablemente con su constancia y paciencia. Cuando un amigo insiste, cómo decirle que no?
ResponderEliminar