"Comenzamos a comprender la importancia positiva, tanto de los éxitos como de los fracasos y de los accidentes de nuestra vida, únicamente cuando nos vemos en nuestro verdadero contenido humano, como miembros de una raza que está proyectada para ser un organismo y un cuerpo. Mis logros no son míos: el camino para llegar a ellos fue preparado por otros.
El fruto de mis trabajos no es mío, pues yo estoy preparando un camino para las realizaciones de otros. Tampoco mis fracasos son míos, sino que pueden derivar del fracaso de otros, aunque también están compensados por las realizaciones de esos otros. Por tanto, el significado de mi vida no debe buscarse únicamente en la suma total de mis realizaciones. Sólo puede verse en la integración total de mis logros y mis fracasos, junto con los éxitos y fracasos de mi generación, mi sociedad y mi época. Pude verse, sobre todo, en mi integración dentro del misterio de Cristo".
Thomas Merton.
"Los hombres no son islas"
Toda salvación es integración. Y no hay salvación ni integración sin amor. Sólo el amor alumbra, sólo el amor convierte en milagro el barro, sólo el amor engendra la maravilla.
ResponderEliminarDejo aquí este poema de Mario Benedetti:
"Unas veces me siento
como pobre colina
y otras como montaña
de cumbres repetidas.
Unas veces me siento
como un acantilado
y otras como un cielo
azul pero lejano.
A veces uno es
manantial entre rocas
y otras veces un árbol
con las últimas hojas.
Pero hoy me siento
apenas
como laguna insomne
como un embarcadero
ya sin embarcaciones.
Una laguna verde
inmóvil y paciente
conforme con sus algas
sus musgos y sus peces.
Sereno en mi confianza
confiado en que una tarde
te acerques y te mires
te mires al mirarme."
Gracias; SAN, por el poema. La poesía es un camino idóneo para la mística, para el despertar interior. También a mí me gusta Benedetti, y Silvio.
ResponderEliminarMe gusta esa comprensión de la espiritualidad, menos individualista, más comunitaria, más social.
ResponderEliminar