
Seguro que ya he publicado antes alguno de estos textos de Thomas Merton, pero no está de más traerlos de nuevo para actualizar algunas verdades necesarias para nuestra vida, que han de ser actualizadas cada cierto tiempo, como pueden ser pensar en lo que da sentido a nuestra existencia y que ésta es siempre un regalo inigualable que hay que agradecer.
"¿Por qué he estado siempre semiconvencido de que moriría jóven? Puede que sea una especie de supertición, el miedo a admitir una esperanza de vida que, de ser admitida, podría verse frustrada. Pero ahora he vivido un buen tramo de vida y, sea o no importante el hecho, nada puede alterarlo. Es cierto, infalible, aunque también sea solamente una forma de sueño. Si no cumplo los sesenta y cinco, es menos importante. Puedo relajarme. Pero la vida es un don del que estoy contento, y no maldigo el día en que nací. Al contrario, ni no hubiera nacido, no habría tenido amigos a los que amar y por los que ser amado, no habría cometido errores de los que aprender, no habría visto nuevos países, y , en cuanto a lo que puedo haber sufrido, es irrelevante y forma verdaderamente parte del gran bien que la vida ha sido y, espero, seguirá siendo". (31 de enero de 1960; Diarios)
"Nieve, silencio, fuego elocuente, reloj en la mesa. Pesar. Me lavaré (tengo las manos sucias). Cantaré los salmos de mi cumpleaños. No importan los errores y falsas ilusiones que han marcado mi vida, yo creo que la mayor parte de ella ha sido felicidad y, en la medida en que yo puedo decirlo, verdad. Ha habido períodos enteros de insinceridad, especialmente cuando tenía menos de veintiún años y andaba con amigos que no eran de mi tipo. Pero después de mi úlimo año en Columbia, las cosas han marchado bien. Recuerdo muchos días y períodos de tiempo felices e iluminados. Hubo unas cuantas épocas de pesadilla en mi infancia. Pero en Saint Antonin, con mi padre, la vida fue una revelación... Los períodos más profundos y felices de mi vida han sido los vividos en Getsemaníy sus alrededores, y también algunos de los más terribles. Los momentos felices han tenido lugar principalmente en el bosque y el campo, solo, con el cielo y el sol, y aquí en la ermita. Y con los novicios (tardes de trabajo)." (30 de enero de 1965, Diarios)
"Mi vida se mide por mi amor a Dios, y este, a su vez, se mide por mi amor al más pequeño de Sus hijos. Y este amor no es benevolencia abstracta, sino que supone compartir su tribulación". (3 de septiembre de 1941, Diarios)
Es cierto, cuando la vida se mide en amor y por amor, siempre es don, regalo. Si nos alimenta el amor, si gozamos del amor, el corazón dejará de ser surtidor de sangre fría y nos moverá el calor y la luz de la ilusión. Y detrás de todo amor, de nuestro amor, siempre está El. Podemos encontrarlo reflejado hasta en las canciones, como en ésta que dejo para los que compartimos el blog de Manuel:
ResponderEliminar“Detrás de los latidos secos que deja el reloj
detrás de esta sonrisa a media asta y sin color
detrás de los amigos y del humo a contraluz
detrás de los espejos y las sombras estás tú.
Detrás de las pisadas de los que vienen y van
detrás de un calendario que adelanta marcha atrás
detrás de cada foto, de su cara y de su cruz
detrás de la prisión de mis nocturnos estás tú.
Porque estás en las canciones,
en las costuras de mi cuerpo,
en los colores, en los poemas,
en los silencios que de noche gritan en mi soledad.
Detrás de todo, detrás no hay nada más que tú,
detrás de cada esquina de esta fría y gran ciudad,
detrás de las tormentas, de la calma y la quietud,
detrás de otros gestos y otras voces estás tú.
Detrás de cada día y cada noche, ahí estás tú."
Muy bien, me parece algo esencial que la religión apueste claramente por la vida plena del ser humano, y no se quede en lo accidental o lo anecdótico. La vida es buena, es un bien, dice Merton. A menudo se nos acusa a los cristianos de despreciar la vida, de ser poco vitales, de verlo todo negro. Lo que dice Merton me parece, por eso, genial.
ResponderEliminarLa vida es más grande de lo que podemos imaginar, es más elocuente de lo que podemos decir, el silencio y la soledad son un gran descubrimiento porque están llenos de Vida, que podemos dar a los otros de mil maneras cada día.
ResponderEliminarGracias por compartir,
Inés