viernes, 6 de febrero de 2009

Compartir la pena.


"Cuando el Dalai Lama era joven, aún un muchacho, se sentía solitario en su palacio, el Potala, y andaba por el tejado mirando con prismáticos las casas de sus súbditos a ver si celebraban reuniones, para mirarles cómo se divertían. Ellos, a su vez, se escondían y celebraban las reuniones donde él no les viera, para no entristecerle más".


"Chuang Tzu dijo: En la época presente el mundo entero está bajo un engaño, y aunque desee ir en cierta dirección ¿Cómo puedo conseguirlo? Sabiendo que no puedo ir por ahí, abrirme paso a la fuerza sería otro engaño. Entonces, lo mejor que puedo hacer es abandonar mi propósito y no perseguirlo más. Si no lo persigo, ¿a quién tendré para que comparta mi pena?".


Thomas Merton.

"Conjeturas de un espectador culpable"

3 comentarios:

  1. Compartir pena, compartir alegría, abrazar sentimientos, siempre es bueno y hermoso. Tendamos siempre puentes que nos unan y nos hagan más humanos.
    “Yo vi un puente cordial tenderse generoso
    de una roca erizada a otra erizada roca,
    sobre un abismo negro, profundo y misterioso
    que se abría en la tierra como una inmensa boca.
    Yo vi otro puente bueno unir las dos orillas
    de un río turbio y hondo, cuyas aguas cambiantes
    arrastraban con furia las frágiles barquillas
    que chocaban rompiéndose en las rocas distantes.
    Yo vi también tendido otro elevado puente
    que casi se ocultaba entre nubes hurañas...
    ¡Y su dorso armonioso unía triunfalmente,
    en un glorioso gesto, dos cumbres de montañas!...
    Puentes, puentes cordiales... Vuestra curva atrevida
    une rocas, montañas, riberas sin temor...
    ¡Y que aun sobre el abismo tan hondo de la vida,
    para todas las almas no haya un puente de amor...!”
    Dulce María Loynaz

    ResponderEliminar
  2. Chung Tzu es Manuel? Es también Nora y seguramente tantos otros!
    Un abrazo!

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.