domingo, 22 de febrero de 2009

Pero si tú me olvidas...

"Yo sé que existo
porque tú me imaginas.
Soy alto porque tú me crees
alto, y limpio porque tú me miras con buenos ojos,
con mirada limpia.
Tu pensamiento me hace
inteligente, y en tu sencilla
ternura, yo soy también sencillo y bondadoso.
Pero si tú me olvidas
quedaré muerto sin que nadie
lo sepa. Verán viva
mi carne, pero será otro hombre
-oscuro, torpe, malo- el que la habita..."

Ángel González. ("Muerte en el olvido")

6 comentarios:

  1. Hola
    Tiene un buen blog.
    Lo siento no escribir más, pero mi español es malo escrito.
    Un abrazo de mi país, Portugal

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  2. Quizás el olvido, junto con la indiferencia es lo peor que le podemos a un ser querido.
    Ángel González lo expresa muy bien en este poema.
    Procuro no olvidarme de mis amigos, aunque no los frecuente.
    Un abrazo enorme
    mj

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  3. Me uno a Analía. Es una belleza de poema.
    Todos tenemos en el alma un “tú” escrito con mayúscula, que nos ilumina. Y que si deja de estar en nuestra memoria o en nuestro afecto, se deshabita una de las partes más hermosas de nuestra vida.
    Dejo otro fragmento de poema, que está en la misma onda. Es de Luis Cernuda.
    Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien
    cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío;
    alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina
    por quien el día y la noche son para mí lo que quiera,
    y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu
    como leños perdidos que el mar anega o levanta
    libremente, con la libertad del amor,
    la única libertad que me exalta,
    la única libertad por que muero.
    Tú justificas mi existencia:
    si no te conozco, no he vivido;
    si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.

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  4. Queridos amigos, este poema es para todos ustedes, que me animan con su fidelidad. GRacias, Luis, si quieres puedes escribir en portugues, no será tan difícil entenderte. SAN como siempre con sus preciosos poemas, que enriquecen tanto cada entrada.

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  5. Gracias p.Manuel muy bueno.
    Yo pensé al leer el poema en los misioneros que llevan la Vida más allá de las fronteras, no se olvidan de los que "quedarán muertos sin que nadie lo sepa" en la miseria, o en el olvido, tal vez sin la fuerza y la luz del evangelio...
    En "El exilio y la gloria", Merton escribe la biografía de la Madre Berchmans, una de las primeras trapenses francesa en establecerse en Japón, esta santa monja dejó su patria y fue a conocer al pueblo japonés no sin sentir la distancia de su familia y amigos, y la fuerza de la vocación.
    Como siempre Merton escribe con mucha claridad, es genial.
    Gracias por compartir,
    Inés

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