
"Mantengamos la confesión de la fe, ya que tenemos un sumo sacerdote grande, que ha atravesado el cielo, Jesús, Hijo de Dios. No tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino que ha sido probado en todo, menos en el pecado". (Heb 4, 14)
“La verdad es que disto mucho de ser un monje o clérigo tal como debiera serlo. Mi vida es una gran confusión y mezcla de los semiconscientes subterfugios para rehuir la gracia y el deber. He hecho malamente todas las cosas. He despreciado grandes oportunidades. Mas mi infidelidad a Cristo, en vez de enloquecerme de desesperación, me impele a arrojarme más ciegamente en los brazos de Su misericordia”. (Thomas Merton)
“Esta será mi oración: que la cortina se descorra cada vez más, para que disminuya la servidumbre de los deseos que gravitan sobre mi vida, para que quede liberado y me acerque más al Señor en todas las misas que celebre. Que cada misa ilumine la oscuridad y sea un paso más hacia el cielo y la visión.
Que cada misa sea un enriquecimiento y una liberación para mi alma y para todas aquellas que, en los designios de Nuestra Señora, dependan de esas misas para llegar a la santidad y a la contemplación, para encontrar la libertad y la alegría”. (T. Merton, SJ, Página 221).
Yo también haré mía hoy esa misma oración : "que la cortina se descorra cada vez más, para que disminuya la servidumbre de los deseos que gravitan sobre mi vida, para que quede liberada y me acerque cada vez más al Señor..."
ResponderEliminarGracias por acercarme una oración tan profunda. Un abrazo
Luz del desierto
ResponderEliminarQue la Luz de Cristo,el Crucificado-Resucitado nos transporte de transparencia en transparencia hasta el Resplandor de Amor Divino, que se nos cuela cada día por los resquicios de la historia. Os deseo una Pascua de Resurrección,una vida, llena de Luz.
Todos los sacerdotes ejercemos nuestro ministerio "con temor y temblor", porque sabemos que no somos gente especial, diferente, sino como los demás; en nuestra fragilidad se nos ha llamado a una misión, y nos sentimos poco capacitados para ella. Tal vez el que a menudo se nos vea como "superhombres" no nos ha hecho bien, ni ha dejado que se nos entienda de verdad. Por eso necesitamos orar mucho, ir siempre cerca de Jesús.
ResponderEliminarEl jueves santo, día de la Cena del Señor, la Iglesia celebra tres realidades importantes de nuesta fe: la Eucaristía, el mandamiento del amor fraterno y el ministerio sacerdotal, o de servicio a los hermanos. Muy hermosa la oración de Merton, la hago mía.
ResponderEliminarRodolfo.