"Hasta ahora nadie ha incluido a Erasmo en un simposio sobre teología monástica. Claro que no era monje, y se cansó mucho de su pequeña comunidad religiosa cuando allí eran más aficionados a beber cerveza que a la conversación intelectual. (Después de todo, Erasmo se las arregló mucho mejor con sus amigos seculares. Tomás Moro era santo. No recuerdo que ninguno de los compañeros de Erasmo en el claustro fuera canonizado nunca.) En todo caso, esta frase de Erasmo se acerca bastante al blanco:
"La verdadera piedad, que florece sólo cuando el espíritu se esfuerza espontáneamente por crecer en caridad, se marchita cuando el espíritu descansa perezosamente en ceremonias externas que le eligen otros"
"Conjeturas de un espectador culpable"
Thomas Merton.
Página 232.
BREVE BIOGRAFÍA DE ERASMO DE ROTTERDAM.
ResponderEliminar(Rotterdam, c. 1469 - Basilea, 1536) Humanista neerlandés de expresión latina. Clérigo regular de san Agustín (1488) y sacerdote (1492), pero incómodo en la vida religiosa (que veía llena de barbarie y de ignorancia), se dedicó a las letras clásicas y, por su fama de latinista, consiguió dejar el monasterio como secretario del obispo de Cambrai (1493). Cursó estudios en París (1495) y, tras dos breves estancias en Países Bajos (1496 y 1498), decidió llevar vida independiente. En tres ocasiones (1499, 1505-1506 y 1509-1514) visitó Inglaterra, donde trabó amistad con J. Colet y con T. Moro, en cuya casa escribió su desenfadado e irónico Elogio de la locura (1511), antes de enseñar teología y griego en Cambridge.
En París inició, con Adagios(1500), un éxito editorial que prosiguió en 1506 con sus traducciones latinas (Luciano y Eurípides) y que culminó en Basilea (1515-1517 y 1521-1529) con sus versiones de Plutarco, sus ediciones de Séneca y de san Jerónimo y su gran edición del Nuevo Testamento (1516: con texto griego anotado y su traducción latina, muy distinta de la Vulgata), que le dio renombre europeo.
Si sus primeros diálogos Antibárbaros (1494) veían compatibles devoción y cultura clásica, en el Enquiridión (1504) defendía una audaz reforma religiosa. Fruto de las lecciones que diera para vivir, sus manuales de conversación latina (1497) son el origen de los Coloquios familiares (1518), de gran difusión y resonancia. Fue la crítica de L. Valla a la versión de la Vulgata lo que le decidió a dedicarse, algo tardíamente, a las letras sagradas para reconciliar cultura clásica y teología (se doctoró en esta ciencia en Turín en 1508).
En sus viajes, visitó también Padua, Siena, Roma (1509) y diversas ciudades de Alemania (1514), en cuyos círculos humanísticos fue acogido de forma triunfal. León X le dispensó de tener que vestir el hábito para que viviese en el mundo y fue nombrado consejero del emperador (a quien dedicó la Institución del príncipe cristiano, 1516).
Qué difícil cuando se siente que las cosas son impuestas y no elegidas.
ResponderEliminarLo interesante de Merton es que al leer sus escritos, como la frase que anota de Erasmo,agudiza el discernimiento espiritual para elejir lo que más conduce a vivir la caridad. Pienso que es por que fue contemplativo y su deseo fue buscar y encontrar a Dios en todas las cosas.
Buena la nota biográfica, Manuel.
ResponderEliminarEn la historia Erasmo ha quedado como un hombre renacentista, humanista, un intelectual que tradujo por primera vez los Evangelios al inglés y alemán, y cuyas obras se difundieron y repercutieron en el pensamiento de su siglo y venideros; sobre todo, el ser traducidas del latín a lenguas vulgares, supuso que el pensamiento, la cultura, saliera de los cerrados círculos eclesiásticos. Como hombre del Renacimiento quiso liberar a la Iglesia de la parálisis que la condenaban la rigidez de pensamiento y las instituciones de la edad media. Su relación con la jerarquía y el Papa no fue buena.
Es célebre la frase con la que la Iglesia lo acusó: “Usted puso el huevo y Lutero lo empolló”, y su respuesta: “Sí, pero yo esperaba un pollo de otra clase”.
El apunte que recoge Merton apunta muy claro la visión espiritual de Erasmo: una fe personal, identificada con los valores de la Palabra, más libre y tolerante. Me parece buena esta visión de lo espiritual, que no se deja ahogar por la tradición, la norma y la regla.