viernes, 21 de agosto de 2009

Tradición y revolución.


En su libro "Nuevas semillas de contemplación" TM dedica un capítulo a reflexionar en relación al binomio tradición-novedad en la Iglesia Católica; aquí dejo algunas ideas:


"Lo más paradójico a propósito de la Iglesia es el hecho de que es al mismo tiempo esencialmente tradicional y esencialmente revolucionaria. Pero esta paradoja no es tan grande como parece, porque la tradición cristiana, a diferencia de todas las demás, es una revolución viva y perpetua. Todas las tradiciones humanas tienden a estancarse y deteriorarse. Tratan de perpetuar cosas que no se pueden perpetuar. Se adhieren a objetos y valores que el tiempo destruye sin piedad. Están atadas a un orden de cosas contingente y material -costumbres, modas, estilos y actitudes- que inevitablemente cambian y dan paso a otras.

La presencia de un fuerte elemento de conservadurismo humano en la Iglesia no debería oscurecer el hecho de que la tradición cristiana, cuya fuente es sobrenatural, es algo absolutamente opuesto al tradicionalismo humano. La tradición viva del catolicismo es como la respiración de un cuerpo físico. Renueva la vida impidiendo el estancamiento. Es una constante, tranquila y pacífica revolución contra la muerte.

La tradición católica es una tradición, porque en el cristianismo sólo hay una doctrina viva. Toda la verdad del cristianismo ha sido plenamente revelada, pero aun no ha sido plenamente comprendida ni plenamente vivida. La vida de la Iglesia es la Verdad de Dios mismo, exhalada en la Iglesia por Su Espíritu, y no puede haber ninguna otra verdad que la sustituya y reemplace".

Nuevas semillas de contemplación, 156-157
Thomas Merton.

Podemos ver que TM parte de lo posible y no de lo real; es capáz de ver más allá de lo inmediato, y puede así poner en cuestión lo cotidiano desde un ideal más alto. Lo real es aquí lo posible, más que lo que de hecho sucede. Dice: esto es lo cristiano, vean a ver quien encaja en ello y quien no.

Seguiremos leyendo el texto.

7 comentarios:

  1. En este texto, si lo he interpretado bien, Merton nos viene a decir que Cristo, la fuente de la Iglesia, es siempre tradición revolucionaria, absoluta novedad. La Tradición, que no tiene nada que ver con el tradicionalismo humano , con fecha de caducidad.
    Igual que existen diferencias entre sentir la Iglesía y sentir en la Iglesia. O, estar en la Iglesia y ser de la Iglesia.
    Sigo con Merton, aunque no con el tema. No conozco la poesía de Merton, pero hoy he descubierto este poema suyo (me lo han enviado). Como la poesía es también lenguaje del espíritu, lo transcribo. No sé a qué libro pertenece.

    EN UNA FRÍA MAÑANA GRIS (Thomas Merton)

    Mañana dulce, gris y lluviosa
    La nieve se derrite
    Alejado de cualquier afecto
    Siento al menos el cálido deseo de ti.
    Apenado por el día ceniciento
    Me alejo de todo pensamiento
    Y sólo contemplo
    Una íntima luz
    El común anhelo
    De nuestra mutua presencia
    Antorcha encendida
    Y sosegada para nosotros
    En la húmeda noche
    Que alumbra mi desconocido desierto19
    Yo mismo soy
    La celda interior del amor
    Donde vivo feliz de ser un prisionero
    Desde que estoy contigo.
    Mientras, tú retornas del sueño en la lluvia distante
    Contemplando quizás el río oscuro
    Con una visión indefinida
    Todavía colmada de ilusiones
    Y piensas en mí y en mis colinas
    Y te despiertas en mí, mi vida,
    Estamos más cerca de lo que imaginamos
    El amor tiene su propio lugar
    Más inmediato a ti que la montaña o la ciudad
    Más que tu mismo espejo
    Amaneces en otra habitación
    Y el lecho donde dormiste
    Es un nido en mi corazón.

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  2. No voy a decir todas las prevenciones que podemos tener con respecto a la palabra "tradición"; Manuel también lo sabe, y Merton lo sabía. Pero, como buenos maestros, nos lo traen acá para que ahondemos en una realidad que sólo es mala si nosotros lo asumimos así. Creo que Merton quiere llamarnos la atención sobre lo positivo de esta realidad. Esa es mi manera de entenderlo, y por eso leeré el texto detenidamente, y espero que en otra entrada las cosas queden más claras.

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  3. Esta entrada sobre la tradición viva de la Iglesia me recordó las reglas de san Ignacio de Loyola "para sentir con la Iglesia", del libro de los Ejercicios Espirituales. Estas reglas ayudan al discernimiento espiritual en el seguimiento de Cristo.
    inés

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  4. Merton hacía incapié en la transmisión de la Tradición en lo fundamental. Pero si algo caracteriza a Merton es haber dicho y escrito sobre aquello que no es Tradición, y que solo pertenece a una época determinada. El mismo lo sufrió en formas "tradicionalistas trasnochadas" en la vida monástica.Y ya predijo ´la necesidad de búsqueda de formas monásticas adecuadas al presente eclesial. En su momento no se le escuchó. El presente de muchas comunidades cistercienses en precario le dan la razón. Muchos piensan que para lo que les queda solo aspiran a que les cuiden. Y que los que vengan detrás...que arreen. Merton habló no solo de las luces sino de las sombras.Aun se está a tiempo de escucharle, y discernir Trdición de tradicionalismo. No es lo mismo. Saludos
    Eliah

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  5. Merton estimaba la tradición, que conocía muy bien, pues estudió mucho toda la sabiduría de los Padres y del Cister; supo cuestionar lo que creía desfasado, pero nunca despreciándolo, sino simplemente invitando a dar pasos nuevos. La vida no se hace a borrón y cuenta nueva: siempre dependemos de quienes nos han precedido, y borrando el pasado no hay futuro seguro.
    Carla.

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  6. Según la mentalidad de Eliah deberíamos quemar toda la literatura y el arte del siglo XIX hacia atrás, porque es fruto de sociedades clasistas y desfasadas.

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  7. Ningún comentarista ha hablado de quemar nada ni de despreciar nada, sino de actualizar lo superficial, las formas absolutamenbte trasnochadas porque no responde a las necesidades espirituales de las personas del siglo XXI. Merton ya lo denuncia en sus diarios`para quien quiera leerlos sin angelismos monásticos. O continuar cerrando monasterios. La Vida sigue y sigue soplando. El peligro de convertirse en estatua de sal es no enterarse. Cualquier tiempo pasado nunca fue mejor. Saludos

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