ORAR CON JULIANA DE NORWICH:
“A veces la madre permite que su hijo caiga
y aprenda lo arduo del camino para su propio bien.
Pero por el gran amor que le tiene nunca permitirá
Que algún peligro real amenace la vida de su niño.
Y aun cuando sabemos que algunas madres en la tierra
Han dejado morir a sus hijos,
Jesús, nuestra madre del cielo, nunca permitirá
Que nosotros, sus hijos, perezcamos,
Pues sólo Él es todopoderoso, plena sabiduría y todo amor.
Muchas veces,
Cuando tomamos conciencia de nuestras culpas
Y de nuestras miserias,
Tenemos miedo y nos avergonzamos tanto,
Que no sabemos qué hacer.
Pero nuestra madre paciente
No quiere que salgamos corriendo;
Nada le disgusta más que eso.
Quiere que nos comportemos como un niño.
Cuando un niño siente espanto y miedo,
Corre lo más rápido que puede hacia su madre,
Y si no puede hacer nada,
La llama a gritos para que lo ayude.
Con la humildad de un niño también nosotros digamos:
Madre amada, ten piedad de mí.
Me he metido en un horrible lío y
Necesito tu ayuda y tu sabiduría.
Aun cuando no sintamos alivio inmediatamente
Podemos estar seguros de que Él
Se comporta como una madre sabia.
Si Él considera
Que nos va a hacer algún bien lamentarnos y llorar,
Su compasión y su piedad permitirán esto
Hasta el momento oportuno, porque nos ama.
Él quiere que imitemos al niño que naturalmente
Confía en el amor de su madre, sea cual sea la situación.
Nuestra madre nos protege y nos rodea continuamente
Con su mano; así pues nuestro Señor es como una niñera de buen corazón, cuya única labor es velar por la
Seguridad de quien está a su cargo”.
Para orar: Jesús, Madre, tú nunca permitirás que nosotros tus hijos perezcamos. Que yo pueda confiar siempre en esto, y sentir tu presencia amorosa continuamente, y tus cuidados. Que viva en la certeza de contar con tu misericordia siempre, y con tu compasión, y que cuanto sucede me aprovechará y será para mi propio bien.
AMÉN.
(Tomado de ""Todo será para bien", basado en la espiritualidad de Juliana de Norwich. San Pablo).
(Tomado de ""Todo será para bien", basado en la espiritualidad de Juliana de Norwich. San Pablo).
S. Juliana no es tan conocida como otros santos, esta oración me ayuda a profundizar en el amor de Jesús Salvador. Al orar con ella recordé este versículo de la Palabra de Dios:
ResponderEliminar"...en todo esto obtenemos una amplia victoria gracias a Aquel que nos amó".Rom 8,37
Juliana noha sido reconocida oficialmente como "santa" por la Iglesia Católica, pero sus escritos han tenido en los últimos tiempos una amplia difusión. TM la descubrió en la década del 60, y quedó cautivado por sus enseñanzas. Creo que sus reflexiones tienen mucha luz, y las estoy aprovechando mucho en este Adviento.
ResponderEliminarEs muy hermoso llamar a Jesús, también, madre, como hizo Juliana. Descubrir el rostro materno de Dios (título de un libro de Leonardo Boff). El Amor del padre y la madre, son y están en Jesús: afecto, ternura, atención, protección, cuidado, dulzura, solicitud, consuelo, protección… todo esto está por encima de cualquier reduccionismo sexuado. Dios trasciende lo masculino y lo femenino, abarca y suprime positivamente todos los opuestos de este mundo. La naturaleza de Dios reúne cuanto de bueno, gozoso y benéfico hay en el hombre y la mujer.
ResponderEliminar