A veces es tiempo de obrar y otras veces es tiempo de orar. Hay días en que nos sentimos fuertes y entusiasmados para acometer cualquier tarea;otros, en cambio, necesitamos quedarnos quietos, e incluso contemplar nuestras heridas, y hasta lamentarnos y llorar en nuestra habitación; sólo Dios y tú. La vida es eso: alegrías y tristezas. Pero Nouwen nos dice que necesitamos vivir las dos cosas, o de lo contrario, no conoceremos la felicidad. Lo que hoy te hace reir, mañana te hará llorar, y viceversa. Es así. La espiritualidad es ver en cada acontecimiento la fuerza del amor de Dios actuando. Es recordar que en todo momento somos amados. Esta verdad es el fundamento de nuestra vida de fe, y el saber, con TM, que estamos descubriendo a Cristo constantemente, en nuevos e inesperados lugares. También en el dolor de nuestras humanas heridas, en la tristeza de perder una amistad o intuir un destino. Es importante por eso CONSERVAR LA ALEGRÍA, pedirla a Dios constantemente, y CONFIAR.
"Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre la mar"
Siempre dispuestos a decir: HOLA, GRACIAS Y ADIOS.
La entrega sin resistencia, sabiendo que detrás de cada circunstancia simpre está la mano de Dios, aun lo mas doloroso traerá un mensaje de transformación, que en el momento no se puede ver pero mas adelante si.
ResponderEliminar"Es recordar que en todo momento somos amado", aun en el peor, Él nos sigue amando, aun cuando no puedo ser "perfecta", El siempre me ama.
Gracias, como siempre... liberador!
Hola P.Manuel y todos los que pasan por esta página,
ResponderEliminaryo pasaba por acá y me ayudó leer esta entrada porque creo que:
"La alegría del Señor es nuestra fortaleza", nuestro estandarte, bandera, trinchera... y que nada ni nadie nos la puede quitar.
Todo lo demás pasa, todos pasamos...
Como nos dice el p. Manuel es importante conservar la alegría, y pedirla a Dios.
Jesús Resucitado tiene este oficio: conservarnos en la alegría, en su consuelo, en la certeza de su amor por cada uno, nos hace contemplativos para "ver en cada acontecimiento la fuerza del amor de Dios actuando".
Copio un poema de Benedetti, que tal vez nos ayude a tener en cuenta que conservar la alegría y defenderla para compartirla es "nuestro principio, destino, certeza, derecho", es creer y confiar en Jesús Resucitado.
"Defender la alegría como una trinchera defenderla del escándalo y la rutina de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias y las definitivas
defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias y los graves diagnósticos
defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía de los ingenuos y de los canallas de la retórica y los paros cardiacos de las endemias y las academias
defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos de los suicidas y los homicidas de las vacaciones y del agobio de la obligación de estar alegres
defender la alegría como una certeza defenderla del óxido y la roña de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa
defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar y también de la alegría".
Mario Benedetti
Unidos en la Eucaristía que nos hace amigos en el Señor, un saludo fraterno lleno de alegría, un gracias enorme, y adiós,
ines
La fe no nos ahorra tristezas. Y decir adios es dificil. Por eso tenemos que alimentar la alegria, y no descuidarnos en la oracion.
ResponderEliminarPrecioso el título, Manuel. Y el poema de Machado. Cuántas veces recitado…en tantos momentos.
ResponderEliminarEl amor no pasa jamás, tenemos siempre que estar abiertos a darle la bienvenida, y a dar las gracias por él. Hola y gracias por cualquier clase de amor, todos los amores nacen en Cristo, y adiós a la tristeza.
El amor siempre vence, el amor hace la maravilla.El amor impulsa, sostiene.
Dejo este fragmento de Corintios, que leíamos ayer.
Aunque hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles,
si no tengo amor, soy como campana que suena
o címbalo que retiñe.
Y aunque tuviera el don de hablar en nombre
de Dios y conociera todos los misterios y toda la ciencia;
y aunque mi fe fuese tan grande como para trasladar montañas,
si no tengo amor, nada soy. Y aunque repartiera
todos mis bienes a los pobres y entregara mi cuerpo
a las llamas, si no tengo amor, de nada me sirve.
Caminante no hay camino
ResponderEliminarTodo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre el mar.
Nunca persequí la gloria,
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles,
como pompas de jabón.
Me gusta verlos pintarse
de sol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar
súbitamente y quebrarse...
Nunca perseguí la gloria.
Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar...
Hace algún tiempo en ese lugar
donde hoy los bosques se visten de espinos
se oyó la voz de un poeta gritar
"Caminante no hay camino,
se hace camino al andar..."
Golpe a golpe, verso a verso...
Murió el poeta lejos del hogar.
Le cubre el polvo de un país vecino.
Al alejarse le vieron llorar.
"Caminante no hay camino,
se hace camino al andar..."
Golpe a golpe, verso a verso...
Cuando el jilguero no puede cantar.
Cuando el poeta es un peregrino,
cuando de nada nos sirve rezar.
"Caminante no hay camino,
se hace camino al andar..."
Golpe a golpe, verso a verso.
Antonio Machado
Somos tan poca cosa que estamos necesitados de eso, de alegrías, pero también tristezas. Porque si sólo viviéramos alegrías nos olvidaríamos de DIOS, nos creeríamos suficientes, y nada necesitaríamos.
ResponderEliminar¿Qué le ocurriría a un equipo deportivo que lo ganara siempre todo? Que perdería su ilusión y su sentido de participar.
Estamos necesitados de DIOS y, en las alegrías lo percibimos y lo gozamos, más en las tristezas y sufrimientos nos damos cuenta que lo necesitamos.
Un fuerte abrazo en XTO.JESÚS.
Alguien tendra en archio el cd de compasion de thomas merton
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