“Decir comunidad es decir amor. Y la contemplación no es una ocupación individualista, es algo que tiene lugar dentro de un contexto cultural. Una comunidad es un lugar donde ser contemplativo, para quienes desean serlo, es mas fácil que en cualquier otra parte. Pero una comunidad no es únicamente un medio. Es también un fin. Cada uno de nosotros tiene un fin personal y un fin comunal. Unidad y diversidad. Una comunidad es un fin. Luego, en el seno de esa comunidad, las personas tienen una variedad de funciones.
Si amamos, es ese amor que en la comunidad nos tenemos los unos a los otros el que nos hace ser a la vez contemplativos. Porque nosotros amamos, Dios esta presente. Contemplación es presencia. La presencia de ese amor entre nosotros es a la vez la presencia de Dios para cada uno de nosotros. Y es en la comunidad donde Dios esta presente y se hace realidad a través de nuestro amor. Amor a Dios, amor al prójimo. Alabando a Dios conjuntamente, alabando a Dios individualmente. Buscando conjuntamente a Dios, buscando a Dios individualmente” (61).
"Los Manantiales de la contemplacion", TM.
"Contemplación es presencia": no podría encontrar mejor definición. No obstante, si bien es cierto que suele vivirse en comunidad ( y supongo que así resultará más fácil), también puede hacerse en solitario. Soy laica, ni estoy en clausura ni aspiro a estarlo, pero Dios me concedió un carisma contemplativo, si es que puede llamarse así. Me lo "descubrió" el verano pasado un fraile trapense. Estoy, por ello, muy agradecida.
ResponderEliminarLa realidad y el deseo, estas dos palabras forman el título de un maravilloso libro de Cernuda, considerado como la biografía espiritual del poeta. Y estas dos palabras son las que me sugiere la lectura unificada del fragmento anterior (“legalismos”) y éste que ahora nos dejas, Manuel, paginados correlativamente en la obra de Merton. Y me hace pensar en que cuando miramos, ¿qué parte de realidad y qué parte de deseo hay en lo que vemos? Sería necesario discernir, como primera medida, para después actuar y cambiar lo que se requiera para llegar a la verdadera identidad de nuestro yo y de las distintas comunidades a las que pertenecemos en nuestras vidas. Verdadero y real, como lo es afirmar que Dios se hace realidad en nuestro amor (como dice Merton en una de las líneas de este fragmento).
ResponderEliminarComunidad no refiere necesariamente "comunidad religiosa", sino comunidad de fe o comunidad humana. Si alguien puede ser un contemplativo solitario es porque tiene el apoyo de otros, de lo contrario resulta imposible.
ResponderEliminarEn cuanto a lo que comenta SAN, realidad y deseo van de la mano, se juntan y se funden constantemente; la realidad es deseo realizado, el deseo, realidad probable o futura.
Ya dijo alguien en una ocasion que Merton escribia de lo que queria vivir y al escribierlo empezaba a realizarlo
Acabo con la exhortacion de TERESA: "Tengan grandes deseos".
Manuel, que estupendo que termines tu comentario con una frase de Teresa. Creo que los grandes deseos y las grandes esperanzas son muy necesarios para vivir con entusiasmo, optimismo y confianza. Personalmente, procuro que nunca me abandonen. Y, desde luego, nada de ello es contradictorio o se opone a lo que he querido expresar al referirme a la realidad y al deseo. Siguiendo con la mencionada palabra, “desearía” que así se entendiera.
ResponderEliminarDesde luego, Manuel, que realidad y deseo van siempre de la mano, incluso diría que se funden en un abrazo. No puede ser de otra manera, porque el deseo siempre anhela una realidad. Es una pulsión emotiva hacia una realidad concreta. Y hay veces que la alcanza, la logra. Otras, indudablemente no, y realidad y deseo se disocian. Hay realidades pasadas y presentes que no responden a nuestros deseos, más bien todo lo contrario. Y sé, y asumo, que también las habrá en el futuro. Así lo veo yo.
Pero a lo que me refería, más bien, era a que a veces tenemos un deseo tan fuerte, tan radicalmente fundamentado, para se produzcan determinadas “realidades”, que puede influenciarnos en la manera de captar, de ver, lo que “ya es”.
De cualquier modo, es enriquecedor y saludable contrastar opiniones diferentes sobre cualquier asunto. Muchas gracias por dar la tuya, Manuel.