«La raza humana empieza en cada hora. Es algo que olvidarnos
con demasiada facilidad ante la imponente realidad
de la vida pasada, de la llanada historia universal, del
hecho de que cada niño nace con una determinada disposición
de origen histórico, es decir, heredada de las riquezas
de toda la raza humana; y también nace en una determinada
situación de origen histórico, es decir, producida a partir
de las riquezas de los acontecimientos mundiales. Este
hecho no debe ensombrecer otro no menos importante, a
saber: que, a pesar de todo, en esta hora como en todas las
demás, lo que no ha sido invade la estructura de lo que es,
con diez mil rostros que nadie había visto antes, con diez
mil almas aún por crecer, pero dispuestas a hacerlo -un
acontecimiento creador como nunca lo hubo, la novedad
que surge, el poder potencial original-o Esta potencialidad,
que fluye sin control, aunque gran parte de ella se despilfarra,
es la realidad niño: este fenómeno de unicidad, que
va más allá del mero hecho de engendrar y nacer, es el don
de recomenzar una y otra vez».
Martin Buber.
Cuanta verdad hay en éstas palabras.
ResponderEliminarEs la primera vez que logro verlo de ese modo.
Gracias por compartir éstos pensamientos tan sabios de nuestro querido Thomas Merton
Un precioso mensaje de esperanza en nuestra humanidad, en la siempre abierta puerta a un nuevo comienzo, sin determinismos que coarten cambios de rumbo, despertares al amanecer de una siempre nueva luz.
ResponderEliminarManuel, has elegido un bello fragmento de este filósofo judío vienés que apostó por una antropología y teología dialogal, por una conexión y aproximación con el cristianismo, el islamismo y el budismo.
"La raza humana empieza en cada hora".
ResponderEliminarQué bueno que haya posibilidad de volver a empezar cada vez de nuevo.
"El viento sopla donde quiere, y oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que nace del Espíritu"(Jn 3, 8)
El Misterio Pascual que podemos vivir cuando "morimos con Cristo para resucitar con Cristo": "hace nuevas todas las cosas", Dios nos sigue creando y redimiendo cada hora, cada instante, todo el tiempo.