jueves, 24 de marzo de 2011

ESPIRITUALIDAD ENCARNADA Y LIBERADORA

Creo que el cristianismo, y más el cristianismo de la comunidad católica, debería difundirse y predicarse, precisamente por origen y esencia, como fuente de una espiritualidad en la que la contemplación y el goce de vivir son inseparables de la compasión activa y el trabajo por la justicia. Una espiritualidad encarnada y de ojos abiertos que encuentra a Dios en el centro de la vida, en la lucha cotidiana por la dignidad de todos y todas, en la acción ecologista por la supervivencia de la Creación. Una espiritualidad sapiencial y profética, que se toma en serio el seguimiento de Jesús y lo traduce vitalmente en los nuevos contextos sociales. Y el compromiso para la emancipación de las mujeres que sufren dominación y exclusión (también dentro de la institución eclesial) debe estar en el centro de una espiritualidad evangélica. En definitiva exponer y proponer una espiritualidad que libere de la ley, la culpa y los miedos, para el amor y el servicio”. (E.L)

1 comentario:

  1. Me identifico con la visión de la espiritualidad que muestra este texto, Manuel. Pienso que la espiritualidad, y más la cristiana, es una fuerza motriz que genera paz, bondad y felicidad al ser humano. Una espiritualidad encarnada y liberadora de auténtica humanidad. Gracias, como siempre, por las reflexiones que nos traes al blog.

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