sábado, 24 de marzo de 2018

EN TIEMPOS DE CRISIS.

"A ti no te preocupan tanto los principios éticos y las respuestas tradicionales a las cuestiones tradicionales, porque muchos hombres han decidido no volver a plantearse tales cuestiones. Lo que más te interesa no son las respuestas formales ni las definiciones exactas, sino intuiciones difíciles en un momento de crisis humana.
Esas intuiciones no pueden ser ni consoladoras ni bien definidas: son oscuras e irónicas. No se pueden traducir en un programa que resuelva todos los problemas de la sociedad, pero, quizás, hagan posible que alguna rara persona, aquí o allá, siga viva y esté despierta en un momento en que lo deseable es estar despierto; un momento de decisión definitiva, en que note una amenaza en las raíces de su propia existencia.
Has considerado la amenaza crítica de la hora, la de la deshumanización, y la has tratado como podías, con poesía e ironía, más que con declamación trágica o con fórmulas confesionales...

El hombre que se atreve a estar solo, puede llegar a ver que el "vacío" y la "inutilidad" que la mente colectiva teme y condena, son condiciones necesarias para el encuentro con la verdad."



THOMAS MERTON. Incursiones en lo Indecible.
Sal Terrae, 2004




viernes, 16 de marzo de 2018

LA AVENTURA DE VIVIR.

“La vida esta hecha del paso de los años.
Cada año es un punto de crecimiento claramente identificable en la vida, la muda de otra capa de vida. Cada año nos aporta algo único y pide algo distinto de nosotros.
Cada tipo distinto de año exige de nosotros fuerzas diferentes, nos proporciona dones distintos, nos posibilita diferentes clases de sensibilidades...

La Cuaresma es una llamada a la renovación de un compromiso que quizá haya perdido fuerza por culpa de una vida más marcada por la rutina que por la reflexión. Después de toda una vida de monótona regularidad o de adhesión irreflexiva a los signos visibles de la fe, la Cuaresma requiere de mí que, como cristiano, me detenga un momento a reflexionar de nuevo sobre lo que está ocurriendo en mí. Me veo de nuevo en la tesitura de decidir si yo creo verdaderamente que Jesús es el Cristo y, si lo creo, si viviré en conformidad con ello cuando ya no pueda escuchar el canto de los ángeles en mi vida y la estrella de Belén haya perdido su brillo para mí...

La Cuaresma no es un rito. Es un tiempo dedicado a pensar seriamente acerca de quién es Jesús para nosotros, a renovar nuestra fe desde el interior. Es el momento en que, cuando las aguas bautismales caen sobe el altar en la Vigilia Pascual, volvemos a la fuente bautismal del corazón para decir “Sí”, una vez más, a la llamada de Jesús a los discípulos: “Vengan y vean” (Jn 1, 39). Es el acto de reiniciar nuestra vida espiritual, una y otra vez renovada y reorientada.

La voz de cada domingo de Cuaresma hace resonar en nosotros esa verdad tan antigua, probada y verdadera: “Si quieres ser discípulo mío, sígueme”; escuchamos lo que la voz de Jesús dice en la Escritura del compromiso. Y nos situamos en esa larga e interminable procesión de todos cuantos, a lo largo del tiempo, han emprendido el camino al Jerusalén de su propia vida con el Jesús que nos muestra a todos cómo llegar”
La cuaresma es nuestra guía al 'más' de la vida”


Joan Chittister

 “El año litúrgico. La interminable aventura de la vida"

sábado, 10 de marzo de 2018

DOS MIRADAS A LO SENCILLO.

"Hay que olvidarse de palabras como Dios o muerte, sufrimiento y eternidad;  hay que ser de nuevo sencillo y sin palabras, como el grano que crece o la lluvia que cae. Sólo hay que ser".

ETTY HILLESUM 




"Este es el verdadero corazón del misterio, tan obvio y sencillo:  la presencia de la misericordia de Dios en medio de nosotros, en Cristo "

"La fidelidad a la gracia en mi vida, es fidelidad a la sencillez "

THOMAS MERTON 

sábado, 3 de marzo de 2018

ESPERANZA.


"Podemos amar a Dios porque esperamos algo de Él, o tener esperanza en Él porque sabemos que nos ama.
A veces comenzamos sintiendo la primera clase de esperanza y terminamos sintiendo la segunda. En este caso, la esperanza y la caridad trabajan juntas como compañeras cercanas y ambas residen en Dios. Entonces, todo acto de esperanza puede abrir las puertas de la contemplación, pues una esperanza de ese estilo
 es su propia realización.

Mejor que esperar algo del Señor más allá de su amor, pongamos toda esperanza en este mismo amor. Este tipo de esperanza nunca es confusa y siempre será tan confiable como Dios mismo. Es más que una promesa de su propio cumplimiento, pues es un efecto del amor que ella espera.

La esperanza busca la caridad porque ya la ha encontrado. La esperanza también busca a Dios, sabiendo que Él ya la ha encontrado a ella. La esperanza asciende al cielo, apenas adivinando que ya lo ha encontrado.

THOMAS MERTON. Los hombres no son islas. 
Editorial Sudamericana.