miércoles, 12 de agosto de 2020

AMBIVALENCIA DEL MUNDO

"El mundo es el lugar donde encontramos a Dios porque es el lugar donde Dios nos encuentra en la persona de Jesucristo. Cristo no se limitó a habitar la carne humana; se hizo carne. Siendo Dios, se hizo uno con la humanidad en las realidades concretas e históricas de la vida humana. Verdaderamente, Dios ha entrado en el mundo y es en el mundo donde los cristianos han de dirigirse al encuentro con Dios
Mas el mundo es también un lugar en el que hay iniquidad. El mundo, aunque haya sido castigado con la furia de un diluvio y purificado con el fuego del cielo, sigue siendo un lugar donde los profetas son apedreados y en el que se crucifica a Cristo; un lugar en el que los seguidores de Cristo serán perseguidos y sufrirán difamación hasta el fin del tiempo. Hay, por tanto, una ambivalencia inherente al término «el mundo». Es el lugar al que Cristo vino, el lugar que Dios amó tanto que envió a Su único hijo (Jn 3,16). Y es, no obstante lo anterior, al mismo tiempo, un lugar ciego que no ve a Cristo, y «que no lo recibió». Es el reino que Satán ofreció a Jesús si tan solo hubiera accedido a saltar y a adorarle. 

Es esta ambivalencia del mundo la que llama al cristiano a «estar en el mundo sin ser del mundo». Un cristiano debe amar al mundo, existir en el mundo como el lugar que Dios ama, pero al mismo tiempo ha de rechazar aquellos aspectos del mundo que representan un repudio irreflexivo y comunitario de Dios, es decir, el cristiano debe rechazar aquellos aspectos del mundo que son la expresión colectiva del falso yo".

James Finley
El Palacio del Vacío de Thomas Merton
Sal Terrae

viernes, 7 de agosto de 2020

PREFERIR SIEMPRE SU VOLUNTAD

"A veces pienso que quizá muera pronto, aunque todavía no soy viejo (cuarenta y siete años). No sé exactamente qué clase de convicción lleva consigo este pensamiento, o qué significa para mí. La muerte siempre es una posibilidad para todos. Vivimos en presencia de esa posibilidad. Así, siempre tengo conciencia de que puedo morir, y me alegro, si esa es la voluntad de Dios. «Salid a Su encuentro». Y a la luz de eso me doy cuenta de la futilidad de mis cuidados y preocupaciones, y en especial de mi principal cuidado, central para mí, que es mi obra de escritor... Aunque sé por experiencia que sin ese cuidado y ese trabajo saludable me estorbaría a mí mismo mucho más, mucho más obstruido por mi propia inercia y confusión. Si no estoy totalmente libre, entonces el amor de Dios, espero, me liberará. Lo importante es simplemente volverse a Él todos los días y a menudo, prefiriendo Su voluntad y Su misterio a todo lo que es evidente y tangiblemente «mío».

Thomas Merton
Conjeturas...

Fotografía: Yazmi Palenzuela

lunes, 3 de agosto de 2020

DESAFÍOS COTIDIANOS

Preguntó un rabino a sus discípulos para ver si sabrían decir cuándo acababa la noche y empezaba el día. Uno de ellos dijo: «Cuando ves a un animal a distancia y puedes distinguir si es una cabra o un burro». «No», dijo el rabino. Otro dijo: «Cuando miras un árbol a distancia y puedes distinguir si es un mango o un anacardo». «Tampoco» dijo el rabino.«Está bien», dijeron los discípulos, «dinos cuándo es». A lo que el rabino respondió... «Cuando miras a un hombre al rostro y reconoces en él a tu hermano; cuando miras a la cara a una mujer y reconoces en ella a tu hermana. Si no eres capaz de esto, entonces, sea la hora que sea, para ti... ¡aún es de noche!» (Jasídico).


"No estás deprimido, estás distraído. Por eso crees que perdiste algo, lo que es imposible, porque todo te fue dado. No hiciste ni un solo pelo de tu cabeza, por lo tanto no puedes ser dueño de nada. Además, la vida no te quita cosas; te libera de ellas… te alivia, para que vueles más alto, para que alcances la plenitud. De la cuna a la tumba es una escuela; lo que llamas problemas, son lecciones. No perdiste a nadie: el que murió, simplemente se nos adelantó, porque para allá vamos todos. Además, lo mejor de él, el amor, sigue vivo en tu corazón" (Facundo Cabral).


"Vive tu vida de tal manera que el miedo a la muerte no entre nunca en tu corazón. Cuando te levantes por la mañana, da gracias por la luz del alba. Da gracias por tu vida y por tu fuerza. Da gracias por tu comida y por la alegría de vivir. Y, si acaso no ves razón para dar gracias, puedes estar seguro de que la culpa es tuya" (Atribuido al Cacique Tecumseh).


"Siempre, el mayor de todos los desafíos es el día-a-día. Es fácil pensar en grandes valores, en perspectivas mayores, en grandes pistas. Lo difícil—y lo importante—es saber descubrir y saber andar las veredas diarias. Esas son las cargantes y desafiantes. Y ése es en última instancia el testimonio que le damos al Señor y al mundo" (Pedro Casaldáliga).

Fuente: Plough (Lecturas diarias).
Fotos: Yazmi Palenzuela