sábado, 30 de noviembre de 2024

EMPEZANDO A COMPRENDER

"Antes de hacer mi profesión solemne, y cuando empezaba mi retiro, me planteé por un momento si los votos conllevaban alguna condición propia. Si estaba llamado a ser un contemplativo y no me ayudaban a serlo, sino que acaso me lo impedirían, ¿entonces qué? 

Pero tuve que dejar esas disquisiciones antes de que pudiera siquiera empezar a rezar. 

Hice, pues, mis votos a su debido tiempo y vi que ya no estaba seguro de lo que significaba ser un contemplativo, o lo que era la vocación contemplativa, o cuál era mi vocación y cuál era nuestra vocación cisterciense. En realidad, no podía estar seguro de si sabía o comprendía mucho de nada, excepto que creía que Tú deseabas que yo emitiera aquellos votos concretos en este monasterio particular, precisamente en ese día por razones mejor conocidas por Ti; y que lo que yo tenía que hacer después de eso era seguir con los demás y hacer lo que me dijeran. Así empezarían a aclararse las cosas. 

Aquella mañana, cuando tenía mi rostro sobre el suelo en medio de la iglesia, con el padre abad rezando por mí, empecé a reír, con mi boca en el polvo, porque sin saber cómo ni por qué había hecho realmente la cosa justa y hasta una cosa asombrosa. Pero lo asombroso no era mi obra, sino la obra que Tú realizaste en mí

Han pasado los meses, y Tú me has dado la paz, y estoy empezando a entender de qué se trata. Estoy empezando a comprender".

Thomas Merton
La montaña de los siete círculos

UN CAMINO HACIA JESÚS


"El tiempo de Adviento es un camino. Es el camino hacia Jesús. Es un tiempo fuerte de la liturgia. Un tiempo que nos recuerda que toda nuestra vida es eso, un adviento, una espera, porque toda nuestra vida es un camino hacia Dios, hacia la Belén celestial, hacia la vida eterna"

(Juan Antonio Mateos)

miércoles, 27 de noviembre de 2024

ESPERANDO EN CRISTO

"Contemplando el crucifijo en la blanca pared de Santa Ana, me sobrecogió el tomar conciencia de que soy sacerdote, un don que se me ha dado para que pueda conocer algo del significado de la Cruz, y de que Santa Ana es una parte especial de mi vocación sacerdotal: el silencio, los bosques, la luz del sol, las sombras, el cuadro que representa a Jesús, Nuestra Señora del Cobre, y los angelotes del paraíso de Fra Angélico. Aquí soy un sacerdote y tengo todo el mundo por parroquia. ¿O es que pensar todo esto constituye una tentación? Tal vez no sea necesario recordar la fecundidad apostólica de este silencio. Lo único que yo necesito es ser nada y esperar la revelación de Cristo: estar en paz, ser pobre y silencioso en un mundo en el que también actúa el misterio de la iniquidad y en el que, por otra parte, no habrá ya ninguna otra revelación. No, en Santa Ana hay una paz tan grande que con toda seguridad representa el corazón de un gran combate espiritual que se está librando en silencio. Y yo, que me siento aquí y oro y pienso y vivo –no soy nada– y no necesito saber qué es lo que me tiene reservado el futuro. Solo necesito esperar en Cristo para oír el profundo sonido de la gran campana que ahora empieza a sonar y me envía sus sagrados repiques a través de los pequeños cedros. 

Esta es la continuación de mi misa. Esta es todavía mi eucaristía, mi acción de gracias a lo largo de todo el día, mi trabajo, mi liturgia, mi espera de la revelación perfecta de Cristo".

Thomas Merton, Diarios
(17 de febrero de 1953)

martes, 26 de noviembre de 2024

ADVIENTO 2024: VIVIR LA FE COMO ESPERANZA

 "ADVIENTO es el tiempo oportuno y privilegiado para escuchar el anuncio de la liberación de los pueblos y de las personas. En él se percibe una invitación a dirigir el ánimo hacia un porvenir que se aproxima y se hace cercano, pero que todavía está por llegar.  Tiempo para descubrir que nuestra vida pende de unas promesas de libertad, de justicia, de fraternidad todavía sin cumplir; tiempo de vivir la fe como esperanza y como expectación, tiempo de sentir a Dios como futuro absoluto del ser humano

(Misal de la comunidad). 


Dios nuestro, Padre de todos, aviva en nosotros, al comenzar el Adviento, el deseo de salir al encuentro de Cristo que viene, acompañados por los hermanos y por las buenas obras, para que participando desde ahora en la construcción de tu Reino, merezcamos participar de todas tus promesas.