sábado, 31 de julio de 2021

LO QUE DIOS QUIERE...

Éste es el trabajo que Dios quiere, que prestéis adhesión al que él ha enviado. Conocer lo que Dios espera de nosotros parecería el verdadero camino, pero ese interés es solo aparente. En realidad, no nos interesa demasiado lo que Dios quiere. Lo que de verdad nos interesa es lo que nosotros queremos. Para garantizar seguridades, hemos fabricado un Dios a medida. De todas formas, Jesús les dice lo que Dios espera de ellos: que le presten su adhesión. La discusión entre fe y obras queda superada drásticamente: confiar en Jesús.

Pero inmediatamente viene la institución y nos dice: lo que Dios quiere es esto y aquello; que no es más que lo que les interesa a los dirigentes de turno. Jesús no vino a dar nuevas normas morales sino a enseñarnos el camino de la verdadera Vida. Lo que tengo que “hacer”, lo tengo que descubrir yo, no me tiene que llegar de fuera como programación, no tengo que ser un robot al que le han introducido un programa. Lo que Dios quiere es que lleguemos a nuestra plenitud, y el “mapa de ruta” está en nuestro interior, no fuera.

A Dios le importa más lo que somos que lo que hacemos. Mostramos nuestra ceguera cuando estamos preocupados por lo que Dios quiere que hagamos o dejemos de hacer. Solo una cosa es fundamen­tal: confiar. Creer no es aceptar una serie de verdades teóricas y quedar tan tranquilos. Esto es lo que pide Jesús a sus oyentes. Tergiversamos esa confianza cuando la convertimos en esperanza de que Dios cumpla nuestros deseos. Confiar es aceptar la voluntad de Dios, no venida de fuera, sino como inserta en la raíz de nuestro ser”.

Fray Marcos
(Fe Adulta)

REDESCUBRIENDO A CRISTO

"Hoy, en un momento de prueba, he redescubierto a Jesús, 
o quizá Le he descubierto por primera vez
He estado más próximo que nunca a la plena comprensión 
de la verdad según la cual nuestras relaciones con Jesús 
están infinitamente más allá 
del nivel de la imaginación y de la emoción. 

Sus ojos, que son los ojos de la Verdad, 
están fijos en mi corazón.
 Donde se posa Su mirada hay paz, 
porque la luz de Su Rostro, que es la Verdad, 
produce verdad allá donde resplandece. 

También se experimenta alegría, 
y Él dice a quienes ama: 
Tendré fijos mis ojos en ti. 
Sus ojos están siempre sobre nosotros 
en todas partes y en todos los momentos
 Ninguna gracia viene a nosotros del cielo 
sin que El mire nuestro corazón

La gracia de esa mirada de Cristo en mi corazón 
ha transfigurado este día como un milagro. 
Me parece que he descubierto una libertad 
que no he conocido nunca antes en mi vida. 

He sentido que el Espíritu de Dios estaba sobre mi 
y he pensado que, con solo volver un poco la cabeza, 
vería una hueste de ángeles con armadura plateada 
avanzando detrás de mí por el cielo, 
viniendo por fin a limpiar 
de un plumazo el mundo entero. 

Me ha llevado a un vivido océano de paz
Y el mundo entero y el cielo entero estaban llenos 
de una música maravillosa, 
como ha solido ocurrirme estos días".

Thomas Merton

domingo, 25 de julio de 2021

EL SIGNO DEL AMOR

 "Lo amable de la humanidad que Dios ha tomado consigo mismo en amor, después de todo, ha de verse en la humanidad de nuestros amigos, nuestros hijos, nuestros hermanos, la gente que amamos y que nos ama. Ahora que Dios se ha encarnado, ¿por que nos empeñamos tanto en desencarnarle otra vez, en destejer la vestidura de carne y reducirle de nuevo a espíritu? Como si el Cuerpo del Señor no se hubiera hecho "Espíritu dador de Vida"... Se puede ver la belleza de Cristo en cada persona individual, en lo que es más suyo, más humano, más personal en él, en cosas de que un asceta aconsejaría severamente prescindir. Pero esos apegos también, son importantes para vuestra vida en Cristo, y he observado que los novicios que tratan de desprenderse con demasiada severidad de sus parientes y amigos, y de las demás personas en general, a menudo carecen de una importantísima dimensión espiritual en sus vidas, y con frecuencia fallan en absoluto como monjes.Los que son más "humanos" son mejores monjes, precisamente porque son más humanos, y porque no creen, sencillamente, las intimaciones de los que tratan de decirles que deben ser menos humanos... El signo del amor está en esos novicios y son preciosos para siempre a ojos de Dios".

Thomas Merton

Conjeturas...

sábado, 10 de julio de 2021

UNA VIDA SENCILLA Y LIBRE

"El evangelio es anunciado por aquellos que saben vivir con sencillez. Hombres y mujeres libres que conocen el gozo de caminar por la vida sin sentirse esclavos de las cosas. No son los poderosos, los financieros, los tecnócratas, los grandes estrategas de la política los que van a construir un mundo más humano.

Nuestra sociedad necesita descubrir que hay que volver a una vida sencilla y sobria. No basta con aumentar la producción y alcanzar un mayor nivel de vida. No es suficiente ganar siempre más, comprar más y más cosas, disfrutar de mayor bienestar.

Esta sociedad necesita como nunca el impacto de hombres y mujeres que sepan vivir con pocas cosas. Creyentes capaces de mostrar que la felicidad no está en acumular bienes. Seguidores de Jesús que nos recuerden que no somos ricos cuando poseemos muchas cosas, sino cuando sabemos disfrutarlas con sencillez y compartirlas con generosidad. Quienes viven una vida sencilla y una solidaridad generosa son los que mejor predican hoy la conversión que más necesita nuestra sociedad".

José Antonio Pagola

martes, 6 de julio de 2021

EL ARDUO TRABAJO DE COMPRENDER

"La vida es, o debería ser, solamente una lucha por buscar la verdad; pero lo que buscamos es realmente la verdad que ya poseemos. La verdad es mía en la realidad de la vida tal como se me da para que la viva: pero tomar la vida sin pensarlo, pasivamente, tal como viene, es renunciar a la lucha y a la purificación que son necesarias. No se puede sencillamente abrir los los ojos y ver. El trabajo de comprender implica no sólo dialéctica sino un largo esfuerzo de aceptación, obediencia, libertad y amor".


Thomas Merton, Conjeturas...

viernes, 2 de julio de 2021

AMANECIENDO...

"El amanecer es un acontecimiento que despierta solemne música en las profundidades de la naturaleza del hombre, como si todo nuestro ser hubiera de atemperarse al cosmos y alabar a Dios por el nuevo día, alabarle en nombre de todas las criaturas que ha habido y habrá. Miro el sol naciente y siento que ahora cae sobre mí la responsabilidad de ver lo que han visto todos mis antepasados, en la Edad de Piedra y aun antes, alabando a Dios antes que yo. Le alabaran o no por sí mismos, entonces, ahora han de alabarle en mí. Cuando sale el sol, cada uno de nosotros es incitado por los vivos y los muertos a alabar a Dios".

Thomas Merton