viernes, 15 de junio de 2007

Un continuo descubrimiento de Cristo.


“La vida cristiana, en especial la contemplativa,
constituye un continuo descubrimiento de Cristo
en nuevos e inesperados lugares.
Estos descubrimientos son a veces más provechosos
cuando Le hallamos en algo que tendimos a olvidar
e incluso a despreciar.
El descubrimiento es entonces más puro
y más hondos sus efectos
al darnos cuenta de que Él se hallaba tan
cerca de nosotros
y no lo habíamos visto”.

El signo de Jonás. TM.

1 comentario:

  1. Un continuo descubrimiento de Cristo: la mejor definición de la vida espiritual cristiana. En este camino está todo por hacer, todo por descubrir, y uno debe estar abierto siempre a la sorpresa, pues Dios es imprevisible. El místico es aquel que adquiere una sensibilidad especial para descubrir a Dios en todo.

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