miércoles, 4 de julio de 2007

Competencia espiritual: Anselm Grün.



“La fortaleza de una persona se pone de manifiesto, entre otras cosas, en dejar que los demás desarrollen sus facultades. El sacerdote no puede dominarlo todo; ni como teólogo ni como guía de su parroquia tiene que ser el mejor. Debe dejar que las facultades de cada persona sean fructíferas para su comunidad. Si conserva el equilibrio en su vida, si celebra los servicios religiosos y atiende a las personas a partir de una intensa relación con Cristo, conocerá el respeto de los demás. En el futuro, al sacerdote se le va a exigir sobre todo competencia espiritual.
Competencia espiritual significa para mí que el sacerdote mismo siga un camino espiritual y haga experiencias espirituales. Y significa también que entienda a las personas que acuden a él para hablarle de sus experiencias espirituales. Por eso el sacerdote tiene que ser, ante todo, un hombre de oración. Lo cual no significa que deba recitar muchas oraciones, sino que viva a partir de la oración y que conozca y practique los métodos de la meditación y del camino interior.
La verdadera autoridad del sacerdote debería basarse en su deseo de despertar la vida en el ser humano y en procurar que esa vida siga creciendo después”.


Anselm Grün.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.