sábado, 6 de octubre de 2007

LAS MANOS DE MARÍA.


Las manos sanadoras de María:como la lluvia que necesitaba el pueblo y que, a petición del profeta Elías, llega en una pequeña nube; como el vino que Jesús regaló a los novios de Caná. Así necesito el amor de la Virgen para mi vida. María no puede salvarme, pero sí ayudarme a disponerme para la salvación. En medio de mi sordera, Dios quiso darme a María: a ella la descubrí progresivamente en los últimos años, con la ayuda de Thomas Merton y los ecos de la tradición del Carmelo.


Las manos de María.

Entrelazadas y quietas en el silencio de la tarde,
Como dos pájaros que cantan en las ramas de un árbol,
Como el batir de alas de los ángeles.

Recogiendo siluetas, juntando ramilletes de dolor
Y transformándolos en risas y en milagros.
Enamorando a Dios y conquistándolo para nosotros.

Abiertas a la lluvia, al niño y a la aurora, consolando
Y sanando. Calentándonos el alma en el invierno,
Provocando en nosotros la gracia de ser hijos.

Nostalgia de absoluto, reflejo trinitario,
Ternura maternal, fidelidad y fuerza:
Las pequeñas y frágiles manos de María.


Manuel Enrique Valls, ocd.
16 de julio de 2003.

1 comentario:

  1. Es un hermoso poema, salido de una experiencia mariana muy personal, y libre de ciertos clichés que acostumbramos a ver.
    Ese motivo de las "manos de María, es de Merton?

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