
"Oh, corazón ardiente,
jamás visto ni imaginado en este desierto,
Tú, sólo Tú eres real, y aquí te he descubierto.
Aquí he de amarte y alabarte en una muerte muda,
Hasta que mis blancos y entregados huesos,
descoloridos y pulidos por los vientos de este Sahara,
revivan a una orden tuya,
se yergan y florezcan en una primavera sin fin".
Thomas Merton.
Un poema lleno de fuerza y energía. Tremendo...
ResponderEliminarJose