Recorrer el camino cuaresmal para alcanzar la Pascua interior es redescubrir los aspectos fundamentales del proyecto cristiano. Estos pasajes de Thomas Merton nos invitan a encontrar lugar para el silencio y la confianza en nuestra vida, en medio de un mundo ruidoso y egoísta.
“El silencio no existe en nuestra vida solamente porque sí: está ordenado a algo más. El silencio es el padre de las palabras. Una vida de silencio tiene por finalidad una postrera declaración que pueda ser expresada en palabras, una declaración de todo aquello por lo cual se ha vivido”.
“El silencio de la lengua y de la imaginación desbarata la barrera interpuesta entre nosotros y la paz de las cosas que existen sólo para Dios y no para ellas mismas. Pero el silencio de todos los deseos desordenados deshace la barrera interpuesta entre nosotros y Dios”.
“Si en vez de confiar en Dios confío sólo en mí entendimiento, en mis fuerzas, en mi prudencia, me fallarán todos los medios que Dios me ha dado para encontrarlo. Ninguna cosa creada es de uso final sin esperanza. Poner la confianza en las cosas visibles es vivir en la desesperación”.
Thomas Merton.
Los hombres no son islas.
El rato de silencio que tenemos cada mañana, después de rezar juntos los frailes el Oficio, alimenta el resto de la jornada, y le infunde al día un espíritu diferente. Buscar el silencio interior en medio de la vida cotidiana es necesario a todo aquel intenta recorrer los senderos del espíritu.
“El silencio no existe en nuestra vida solamente porque sí: está ordenado a algo más. El silencio es el padre de las palabras. Una vida de silencio tiene por finalidad una postrera declaración que pueda ser expresada en palabras, una declaración de todo aquello por lo cual se ha vivido”.
“El silencio de la lengua y de la imaginación desbarata la barrera interpuesta entre nosotros y la paz de las cosas que existen sólo para Dios y no para ellas mismas. Pero el silencio de todos los deseos desordenados deshace la barrera interpuesta entre nosotros y Dios”.
“Si en vez de confiar en Dios confío sólo en mí entendimiento, en mis fuerzas, en mi prudencia, me fallarán todos los medios que Dios me ha dado para encontrarlo. Ninguna cosa creada es de uso final sin esperanza. Poner la confianza en las cosas visibles es vivir en la desesperación”.
Thomas Merton.
Los hombres no son islas.
El rato de silencio que tenemos cada mañana, después de rezar juntos los frailes el Oficio, alimenta el resto de la jornada, y le infunde al día un espíritu diferente. Buscar el silencio interior en medio de la vida cotidiana es necesario a todo aquel intenta recorrer los senderos del espíritu.
En un poema de T.Merton dice así: "Hay muy pocos que estén dispuestos a pertenecer por entero a tal silencio, dejar que empape sus huesos, no respirar más que el silencio, alimentarse del silencio y convertir la propia sustancia de su vida en un silencio vivo y vigilante"
ResponderEliminarCuando entramos en ese silencio es cuando de verdad somos capaces de escucharlo todo.
Un saludo
Hola:Mi Blog te ha elegido para otorgarte el premio Calidez a tu blog.
ResponderEliminarAsí como lo he recibido, debes otorgárselo a otros 5 blogs que a ti te parezcan. Pasa por mi blog a retirar tu premio. Que Dios te bendiga y permanecemos unidos en la oración.