
"La historia de la Iglesia es una confusión de triunfos y aparentes fracasos del cristianismo. Es en realidad una serie repetida de intentos de empezar a construir el reino de Dios en la tierra. Esto no es sorprendente, ni es algo que Cristo no previera. La parábola de la cizaña sembrada entre el trigo muestra con claridad que él lo sabía y que esto está de acuerdo con el plan de su Padre.
La vida de la Iglesia en la historia así como la vida del cristiano individual es un acto constantemente repetido que empieza siempre de nuevo, una historia de buenas intensiones que acaban en éxitos y equivocaciones; de errores que han de ser corregidos, de defectos que tienen que ser utilizados, de lecciones que se aprenden mal y deben aprenderse una y otra vez. Ha habido vacilaciones y falsos comienzos en la historia cristiana. Ha habido incluso errores graves, pero estos son imputables a las sociedades seculares cristianas más que la Iglesia. Ahora bien , la Iglesia no ha perdido nunca su camino. Pero lo que la mantiene en el camino recto no es el poder, no es la sabiduría humana, la habilidad política ni la previsión diplomática. Hay épocas en la historia de la Iglesia en que esas cosas llegaron a ser, para los líderes cristianos, obstáculos y fuente de errores. Lo que mantiene a la Iglesia y al cristiano en el buen camino es el amor. Y esto es necesario, porque el amor es la más alta expresión de la personalidad y la libertad.
El reino de Dios no es, pues, el reino de aquellos que se limitan a presentar una doctrina o a seguir ciertas prácticas religiosas: es el reino de los que aman. Construir el reino de Dios es construir una sociedad que se fundamente en el respeto por la persona individual, puesto que sólo las personas son capaces de amor".
Thomas Merton.
"Cristianismo y totalitarismo", en HUMANISMO CRISTIANO.
Kairós, 2001, Páginas 82-83.
Frente a todo intento de masificación es necesario reconocer el valor impostergable de la persona individual; el comentario de Merton es excelente, y como siempre, muy claro.
ResponderEliminarEl amor es un milagro siempre, ilumina el camino, todo lo cura. Y como con algunos milagros, quizás lo cuestionemos, le pongamos demasiadas trabas o interrogantes, porque amar y dejarse amar supone abrir ventanas y dejarse abrazar por un viento nuevo y eterno.
ResponderEliminarAMAR, esa es la ENSEÑANZA que nos llevó JESUS...pero no ese amor egoista y emocional...no ese sentimentalismo que tanto nos hace sufrir pero nos hace sentir "vivos"...no ese "deseo" que tan a menudo confundimos...no esa "pasión" que nos hace perdernos en la ilusión que mas tarde desaparece...no ese amor que es gratificación de nuestro Ego...
ResponderEliminarno.... ESE AMOR VERDADERO APARECERÁ CUANDO HAYAMOS LIMPIADO NUESTRO CORAZON Y MENTE DE IN- TERESES , CONCEPTOS Y DUALIDAD. ESA MIRADA NUEVA Y COMPASIVA DE JESUS...ES LA QUE HEMOS DE BUSCAR PARA DEJAR QUE SALGA A LA SUPERFICIE DE NUESTRA ALMA...QUITANDOLE ESAS CAPAS QUE NO DEJAN PASAR SU LUZ.
UN ABRAZO Y FELICIDADES POR EL BLOG... CADA SEMANA TE SIGO ...
AMIGA TAMBIÉN DEL AMADO THOMAS.
Carmen
concienciaprimordial.blogspot.com
No estoy de acuerdo. Amor, amar, es siempre válido, sin barreras, sín límites, sin fronteras, sin etiquetas. Amor pasión, amor deseo, amor espiritual, amor fraterno, amor amistad, amor, amar, amarnos. Todo amor es verdadero, luz que ilumina, alimento,sanación. No limitemos el amor al de los "ángeles". El amor es carne, encarnado, con todas sus consecuencias.
ResponderEliminarPablo
Sólo las personas son capaces de amarse. Sería muy positivo para todos que no nos resistiéramos a este don, misterio y regalo. En la vida impedimos, en demasiadas ocasiones y con demasiados pretextos, amar y que nos amen.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con Pablo, tiremos las barreras que separan los amores.
Emilio
Merton nos muestra la necesidad de dar un amplio lugar tan adentro en el corazón que nos lleva a estar unidos en vida y muerte: el Amor, la Compasión. Merton amó al Otro, al nosotros. Tambien a ese Tu. Amó tambien como un hombre ama a una mujer: amó a Margi la enfermera que le cuidó tras una operación, siendo monje-eremita, como ha reconocido en sus diarios. Las distintas facetas del Amor, que Merton recorrió en distintas etapas de la Vida. Porque el Amor es Uno, en diferentes manifestaciones. La sinmedida infinita del Amor. Malak
ResponderEliminarEn efecto Amor es Uno. Merton amó. Amar a Dios, amar a una mujer, es lo mismo:regalo y milagro. Carlos
ResponderEliminarEl evangelio de la misa de hoy 28.7, es de Mt. 13,36-43 "La parábola del trigo y la cizaña" y al hacer mi rato de oración este comentario de Merton sobre el respeto a la persona como base para construir el Reino me iluminó para aceptar que siempre hay trigo y cizaña en todas partes: pueblos, ciudades, países, en cada corazón por más bueno que sea lo mejor es aceptar que hay cosas buenas y no tan buenas, eso hace más llevadera la aceptación propia y de los demás para poder amar como Jesús amó.
ResponderEliminarY sin embargo las dos palabras que menos pronunciamos son -te quiero-
ResponderEliminarPor temor, por pudor...
Lo contrario sucede con expresiones contrarias al amor, mil veces repetidas sin ningún tipo de temores ni temblores. Carlos