sábado, 5 de septiembre de 2009

Progresistas y conservadores I.

"Junto con la gran obra del Concilio,  ha habido un hecho concreto muy conturbador, el del endurecimiento de la división entre progresistas y conservadores. Esa división es algo más de lo que uno espera naturalmente donde hay hombres que, por temperamento y por sociología, tienden a alinearse a derecha e izquierda. La división es lo bastante profunda y agria como para que algunas personas muy sanas y responsables, obispos incluidos, mencionan aun la posibilidad de cisma.
 Eso a primera vista parece increíble, pero he visto algunas cosas que se han escrito en ambos bandos, y no hay duda de que existen profundas incomprensiones, hondas divisiones, tercas negativas e incluso odios.
 Por desgracia, nada de eso es nuevo. Tenemos la historia de la Iglesia y de la civilización cristiana para demostrar que eso tiene una larga genealogía. Pero no se puede despachar con ligereza.
 En todo caso, uno de los grandes problemas después del Concilio será sin duda la división entre progresistas y conservadores, y eso puede resultar bastante feo en algunos casos, aunque quizá sea también una fecunda fuente de sacrificio para quienes están decididos a buscar la voluntad de Dios y no la suya propia. No hablo aquí de obispos, sino de sacerdotes corrientes, teólogos y pueblo seglar, y todos los que manifiestan sus opiniones de un modo u otro.
 Por mi parte, no me considero ni conservador ni progresista extremado. Me gustaría pensar que soy lo que fue el Papa Juan, un progresista con profundo respeto y afecto a la tradición; dicho de otro modo, un progresista que quiere conservar una continuidad muy clara y señalada con el pasado, y sin hacer compromisos tontos e idealistas con el presente, pero estar completamente abierto al mundo moderno a la vez que conservar la posición claramente definida como tradicionalmente católica".
 Thomas Merton.
"Conjeturas de un espectador culpable", 289.

5 comentarios:

  1. Con afecto y respeto a la figura de TM, pero también sin sacralizar ni endiosar todas sus opiniones (ser humano significa, entre otras cosas, no poseer la Verdad), creo que hay ocasiones en que pretende "nadar y guardar la ropa".
    La única Tradición de la Iglesia Católica es la Palabra, el Evangelio. Lo demás son tradicionalismos, surgidos de decisiones,interpretaciones y posiciones de hombres (masculino)encuadrados en una época y contexto concretos.
    Conseguir que la Iglesia sea una Comunidad más fiel al Evangelio, al Espíritu de Cristo, requiere posicionarse y actuar. No es bueno andar siempre con temores a catástrofes cismáticas, andar siempre con paños calientes y comprensiones que favorecen continuar en posturas establecidas.
    Sin endurecimientos entre posiciones libres y opresoras, el mundo hoy sería vasallo de tiranías y absolutismos medievales.
    Respetar y comprender no es consentir actitudes y posturas contrarias a la libertad en Cristo y a la radicalidad de su mensaje.
    Alberto

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  2. La postura de TM da lugar al diálogo y al respeto( ni conservador ni progresista extremado).
    Creo que el sacrificio de "quienes están decididos a buscar la voluntad de Dios y no la suya propia" corresponde a cada cristiano, pero "¿Quién es un cristiano?" H.Urs Von Baltasar, 1965
    Comparto un fragmento pequeño de este libro de Von Baltasar, contemporáneo de Merton:
    "La pregunta"¿quién es un cristiano? acompaña de manera tácita e irrefleja a todos los intentos reformistas de la Iglesia de hoy. Es decir, interviene de tal manera que, de un lado, la gente actúa como si fuera cosa ya sabida y sólo se precisara sacar de este saber las consecuencias necesarias, y de otro, la gente se toma la libertad de acusar gravemente de ideología a las soluciones y modelos tradicionales del cristiano, con lo cual los enjuicia con un criterio personal que de ninguna manera justifica. No es difícil descubrir ese criterio tácito, irreflejo y, sin embargo natural, pues resalta por sí mismo en las tendencias principales de la cristiandad de hoy, tendencias bien intencionadas, acogidas con júbilo por la muchedumbre, pero que resulta urgente someter a crítica."

    Nuestros cuestionamientos nos llevan, creo, por el camino de la compasión, el amor y el diálogo contínuo, pero no a dejar de lado la fe en la tradición viva de la Iglesia.

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  3. Para un cristiano la única tradición auténtica y verdadera de la Iglesia es Cristo, su figura y su mensaje. El resto son figuras humanas,por tanto cuestionables y sustituibles, y que son las que han dado a luz las distintas normas,reglas,tradiciones, devociones,cánones y dogmas.
    Estoy de acuerdo con la opinión de Alberto.
    Pablo

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  4. El diálogo y el respeto no se pueden identificar con el consentimiento y la sumisión a posturas y actitudes, por parte de la jerarquía del gobierno de la iglesia (seguidora de Cristo), que no concuerden con la vida y la palabra de Cristo.
    Podemos tener compasión por esas personas, como seres humanos que son y cometen fallos, pero no con las estructuras absolutista de poder que representan. No podemos clausurarnos el pensamiento y la boca y continuar atados y dirigidos por un engranaje que necesita ser renovado en profundidad.

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  5. Gracias Manuel, por compartir este fragmento, en el que vemos la visión que Merton tenía en los años 60 sobre la situación que existía en la Iglesia de esa época (posiciones conservadoras y progresistas).
    Dejo un poema suyo, escrito en el mismo año del texto que has elegido (1966), porque la poesía es siempre un buen ejercicio para los espíritus abiertos y comprensivos.
    THOMAS MERTON.- CANCIÓN DE MAYO (Mayo, 1966)
    Es Mayo, perdidos estamos
    Entre la luz del sol, las hojas
    El musgo y el espino
    Tu falda azul
    Está húmeda por el hielo derretido
    Del Sauterne
    El sol nos seca
    Me cuentas la película de anoche
    Una que nunca vi
    Los bosques son delicia
    Con el sonido de tu voz
    Y todos los pájaros bendicen
    Nuestro extravío
    En esta parte de la foresta
    Donde no existe el paisaje
    Que defraude nuestra mirada
    Y nada puede consolidarse.
    Perdidas, perdidas las palabras del poema
    Son por fin acogidas
    En tu atento corazón
    Permíteme que descanse en este cielo
    Bajo el fragante cobijo
    De tu negro pelo.
    Debajo de estas largas pestañas
    Una vez más te reconozco
    En tu sabia y eterna mirada
    Mientras toda la cabellera del cielo
    Desciende lentamente
    Y me sumerge para siempre
    En un sincero amor
    Aquí en el bosque
    Por donde siempre regresamos a casa
    Para saborear la creación de la vida
    En ese dulcísimo instante
    En el que da un vuelco el corazón
    Y se agita
    Contra tus alas palpitantes de pájaro
    En el borde cálido de tus labios.
    Es Mayo y estamos perdidos
    En una luz inesperada
    Nos ahogamos el uno en el otro
    ¿Puedes todavía respirar
    Amor mío? En esta desesperación
    Me aferro a tu redonda cintura
    Y sollozo
    Préstame por amor de Dios
    Tu bote salvavidas
    Tu cuerpo redentor
    Salva el mío porque muero
    En el maravilloso sol
    Sosiégame porque tanta perfección
    Me destruye.
    Es Mayo
    Lloramos de amor
    En este bosque imperfecto
    De la tierra de los cuerpos
    Oh pequeño barco solitario
    Llévame lejos
    A través del océano del vino
    Oh diminuta nave
    Acércame
    A mi niña.

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