“Al despojarse de Sí mismo para venir al mundo, Dios no se ha limitado a mantener Su realidad en reserva, en lugar seguro, ni ha manifestado una especie de sombra o símbolo de Sí, sino que se ha despojado de Sí mismo y es todo en Cristo. Cristo no es simplemente la punta del dedo meñique de la Divinidad moviéndose por el mundo, retirándose con facilidad y no viéndose nunca amenazado, no arriesgando nunca verdaderamente nada, sino que Dios ha actuado y se ha entregado por completo. No sólo se ha hecho uno de nosotros, sino incluso nuestro mismo yo”.
(Diarios, 25 de marzo de 1960)
“Jesús, ya no quiero tener nada que ver con un amor que olvida que nació en el dolor y, por tanto, olvida ser agradecido”.
(18 de marzo de 1950)
Thomas Merton
La prueba más impresionante, para mí, de la total entrega de Dios es, precisamente, el despojamiento de su grandeza y poder en Cristo. Completamente humano, en su divinidad, para venir a la vida y para pasar a la Vida.
ResponderEliminarLo más grande de este mundo es poder contar con un amigo que no te traicionará jamás y a pesar de su dolor por haber sido entregado al dolor y al sufrimiento....aún me sigue queriendo!!!! Jesús es mi único amigo que le puedo contar todo, llorar mis penas , reir mis alegrías y preguntarle mis dudas ; solo Él puede darme una respuesta que la pone en mi corazón < yo seré la responsable de dejarme guiar o ignorar su acto de amor > un saludo a todos los que aún no han perdido la esperanza y la ilusión de seguir un camino " el camino de Jesús "
ResponderEliminar