“Finalmente estoy llegando a la conclusión de que mi mayor ambición es ser lo que ya soy. Que nunca cumpliré mi obligación de superarme a mí mismo a no ser que primero me acepte, y si me acepto plenamente del modo debido, ya me habré superado a mí mismo. Porque es el yo inaceptado el que se interpone en mi camino, y seguirá haciéndolo mientras no sea aceptado. Cuando lo es, es mi escalón a lo que está por encima de mí. Porque así es como el hombre ha sido hecho por Dios, y el pecado original fue el intento de superarse a uno mismo siendo “como Dios”, es decir, distinto de uno mismo. Pero nuestra semejanza con Dios empieza en nuestra persona. Debemos hacernos como nosotros mismos, y dejar de vivir a nuestro lado”.
(2 de octubre de 1958)
Thomas Merton
Sin ninguna intención de parecer irreverente dan casi ganas de aclamar: "Amén", después de leer esta parrafada de Thomas Merton.
ResponderEliminarEste párrafo me ha recordado esta osada expresión de Maestro Eckhart, y que quizá él ha sido uno de los pocos cristianos capaz de escribir una frase que pueda sonar un poco pasada de vueltas:
""El fondo de Dios es mi fondo y mi fondo es el fondo de Dios" (Maestro Eckart – “Sermón in hoc apparuit Caritas Dei
in Nobis”).
Es como cuando te amas a ti mismo, despues puedes amar devidamente como lo merecen los demas.
ResponderEliminarPocas líneas tiene esta entrada, pero dan para pensar mucho. Es verdad que, muchas veces, la mayor prueba que debemos ser capaces de superar consiste, precisamente, en la aceptación de lo que somos, de lo que vivimos. Sin esa aceptación es muy difícil avanzar, evolucionar, progresar en el crecimiento de uno mismo. La frase última tiene profundidad oceánica: “Debemos hacernos como nosotros mismos, y dejar de vivir a nuestro lado”. Usando una expresión extendida, ¿señores, alguien da más?
ResponderEliminar