martes, 4 de octubre de 2011

COMENZAR A VIVIR

“La solución al problema de la vida es la vida misma. La vida no se realiza mediante el razonamiento y el análisis, sino ante todo viviéndola. Pues mientras no comenzamos a vivir, nuestra prudencia carece de material sobre el cual trabajar. Y a menos que hayamos comenzado a fallar, no tenemos manera de elaborar nuestro éxito”. (Thomas Merton, Pensamientos en la soledad, 63, Lumen)

“Vivir es el ajuste constante del pensamiento a la vida y de la vida al pensamiento, de modo tal que siempre estamos creciendo, siempre experimentamos cosas nuevas en lo viejo y cosas viejas en lo nuevo. Por eso la vida siempre es nueva”. (Thomas Merton, Pensamientos en la soledad, 24, Lumen)


“Diferencia entre una vocación y una categoría. Aquellos que realizan su vocación de santidad, o que la están realizando, son por ese mismo hecho inclasificables. No calzan en categorías. Si se usa una categoría para hablar sobre ellos resulta preciso calificar la aseveración de inmediato, como si ella perteneciera a alguna categoría absolutamente distinta. En el hecho real, no poseen categoría, son particularmente ellos mismo, por esto a los ojos de los hombres no se los considera como merecedores de gran amor y respeto porque su individualidad es un signo de que son enormemente amados por Dios y que sólo Él conoce su secreto, que es demasiado precioso para ser revelado a los hombres”. (Thomas Merton, Pensamientos en la soledad, 60, Lumen)


“Un hombre sabe que ha encontrado su vocación en el momento en que cesa de pensar cómo vivir y comienza a vivir”.

(Thomas Merton, Pensamientos en la soledad, 73, Lumen)

2 comentarios:

  1. Colosal la significación de la frase final de la entrada, quizás por eso la hayas elegido como titular, Manuel.
    Descubrimos la vocación cuando empezamos a vivir. Totalmente de acuerdo, porque además creo que la auténtica y real vocación, común a todo ser humano, es vivir de verdad. Y cuando uno vive lo nota, se da cuenta, lo experimenta. No hacen falta “certificados oficiales” de ninguna clase, provengan de las instancias que provengan.

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  2. Voy a vivir la vida, dice alguna gente cuando se propone justamente lo contrario: aturdirse, olvidarla. Llenarse de urgencias, no pararse a disfrutarla en cada detalle, a saborear la paz,(o la inquietud), la alegria o el sufrimiento que nos depara cada dia. Puede pasarle entonces como al hombre del poema agridulce de Armando Tejada Gomez

    EL BIENAVENTURADO

    Aquel hombre de enfrente,
    simple de corazon,
    agonizo sus anhos
    corriendo a tres empleos.
    Un dia simplemente
    su simple corazon
    le estallo en una esquina
    y desperto en el cielo.
    Dios, bonachon y antiguo,
    ke dio la bienvenida
    palmeandolo y diciendo
    Que cuenta de la vida?
    y aquel hombre de enfrente,
    simple de corazon,
    se quedo boquiabierto
    y pregunto QUE VIDA???

    Merton nos propone aqui las mejores opciones para vivir la vida de verdad. Gracias, Manuel.
    Un abrazo,
    Sol

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