" Al encoontrar a Dios, Merton encontró todo el resto de la realidad y, especialmente a sus hermanos, hombres y mujeres. Los descubrió no como una masa sin rostro, sino como personas individuales, cada uno diferente y único a los ojos de Dios, todos unidos por una red de relaciones que los entrelazan encontrando cada uno su identidad y singularidad en Dios, que es para todos la causa oculta del amor. Lo que la personalidad humana significaba para Merton, también ha de significarlo para nosotros: el descubrimiento de nuestra unidad con nuestros hermanos y hermanas en Dios. Cuando llegamos a caer en la cuenta de nuestra dependencia de Dios y de la dependencia de toda realidad, experimentamos un sentido de interdependencia con todo el pueblo de Dios y la responsabilidad que tenemos hacia ese pueblo. La verdadera contemplación inevitablemente produce una conciencia social. Necesito, pues, extenderme más allá de los problemas morales que me conciernen como individuo y comprometerme en los asuntos sociales que enfrentan los hombres y mujeres de mis días y mi época. No puedo tener conciencia de Dios, si, al mismo tiempo, no tengo conciencia de mis hermanos y hermanas. Ellos como yo, están en Dios...".
William H. Shannon.
"Silencio en Llamas".
Gracias.
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