Hoy, 31 de enero, es aniversario del nacimiento de Thomas Merton; 99 años de su llegada a este mundo. De modo que hacemos entrada en el año de su centenario. Buena oportunidad para acercarnos al testimonio de su vida y de su obra, aprovecharnos de su sabiduría, y darle a conocer a nuestro alrededor.
"Contemplación no es hacerse contemplativo (ensayar gestos contemplativos, cultivar el aspecto contemplativo de modo narcisista), intento de apoderarse de un secreto de contemplación interior...
Contemplación no es el fruto del esfuerzo planificado y de la ambición espiritual.
Contemplación es el despertar del yo interno y de la conciencia de Dios"
Thomas Merton.
El 24 de enero de 1932 nació Henri Nouwen; el 31 del mismo mes, pero de 1915 vino al mundo Thomas Merton. Ellos se encontraron en algún momento de sus vidas, pero el vínculo verdadero, que es espiritual, es más difícil de rastrear en un momento concreto de la historia; se hace evidente cuando nos acercamos a sus vidas, cuando nosotros nos encontramos espiritualmente con ellos, y se convierten ambos en nuestros maestros, en nuestros compañeros de camino. Entre mis rituales personales está el vivir durante estos días, entre el 24 y el 31 de enero, unas jornadas especiales, en las cuales renuevo mi compromiso de trabajar por difundir el mensaje de estos dos amigos de fe, por la sencilla razón de que creo que en él está contenido y encarnado el mensaje liberador de Jesucristo. Cada uno a su manera encontró a Jesús en el camino, Jesús entró en sus vidas y las transformó para que pudieran convertirse en fuente de sabiduría y esperanza para quienes a su vez se encontraran con ellos
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