miércoles, 16 de julio de 2014

ESPIRITUALIDAD CONTEMPLATIVA

Aquí veamos ahora lo que significa la segunda parte del relato del amado que llama a la puerta de su amada: la espiritualidad de una persona que aprende a decirle a Dios cuando toca la puerta: “Soy tú. Esta espiritualidad no niega, vuelvo a insistir, las muchas y profundas reflexiones valederas de la primera forma de espiritualidad, y acepta la importancia de los sacramentos, devociones, y enseñanzas que la tradición ha conservado en la Iglesia, y reconoce la trascendencia de Dios, y el valor de las obras, etc.… pero: 

1. Se niega a identificar la trascendencia de Dios con una visión de Dios que sostiene y guía al mundo desde lejos, y creo que es un error el interpretar la trascendencia como el concebir que Dios está “allá”, “arriba”, y las creaturas “aquí” o “abajo” o “fuera”. Una vez que Dios quiso crear, la trascendencia de Dios necesariamente desemboca en su inmanencia. Suele concebirse a Dios de esta manera: existe en el mundo toda una serie de seres u objetos. Todos han sido creados, excepto Uno, y ese Uno es Dios. Por supuesto que como el Uno increado, Dios es el objeto más importante de todos, pero sigue siendo un objeto cuya existencia podemos probar y cuyos atributos podemos describir… En realidad esta forma de pensar falsea la realidad, pues la Trascendencia de Dios excluye el considerarle como un ser entre otros seres. Dios es la causa de todo lo que existe. Dios está presente en todo lo que es, como fuente y fundamento. Dios está en todo y todo existe a causa de Dios y en Él.

2. Los dos pilares de la espiritualidad contemplativa: El conocer a Dios como el origen de todo lo que existe y a la oración contemplativa como el hacernos conscientes de la realidad que ya existe, son los dos pilares sobre los que podemos construir la que llamamos “espiritualidad contemplativa”. Dos textos de Thomas Merton para entenderlo mejor: “No hay mayor felicidad que el inexplicable vivir siendo uno con todas las cosas por el oculto vínculo del amor, que sencillamente no puede explicarse”. “Oculto en las más hondas profundidades de toda realidad, que quizá no podemos ver, yace la razón última, en que todo lo contradictorio se unifica, todo sale bien. Para el cristiano este motivo final es personal, es decir, es el motivo de la libertad y del amor”.

3. Mi identidad: Es en esta “vínculo oculto del amor”, en el cual siempre estoy, en el que encuentro mi identidad, aquello por lo cual soy único, aquello por lo cual me relaciono. Pero solamente podré encontrarme a mí mismo y mi conexión con los demás, si tengo conciencia de que estoy en la presencia de Dios. La tarea de la oración consiste en ayudarme a lograr esa conciencia: estoy en Dios.

ASÍ: Si la verdad de que Dios es la causa del amor de todas las cosas es el primer pilar de la espiritualidad contemplativa, entonces el segundo pilar consiste en comprenderé que la oración contemplativa es la forma de conseguir la conciencia de lo que ya existe. ESTOY EN DIOS, pero tengo que darme cuenta de ello En la oración no se trata de preocuparme por llegar a un punto determinado, porque ya estoy en ese punto. Lo que necesito es DARME CUENTA de ello... (Continúa).

(Resumen hecho a partir de la lectura de "Silencio en llamas", de W. H. Shannon)

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