"¿Cuál es mi nuevo desierto? Su nombre es compasión. No existe
yermo tan terrible, tan bello, tan árido y tan fructífero como el yermo de la compasión. Es el único desierto que verdaderamente florecerá como el lirio. Se convertirá en un estanque. Echará brotes y florecerá y saltará de gozo.
En el desierto de la compasión, la tierra sedienta ve brotar fuentes de agua, el pobre posee todas las cosas. No existen fronteras que controlen a los moradores de la soledad, en la cual yo vivo solo, tan aislado como la Hostia sobre el altar que, siendo el alimento de todos los hombres, pertenece a todos y no pertenece a nadie, porque Dios está conmigo y se asienta en las ruinas de mi corazón, perdicando el evangelio a los pobres."
THOMAS MERTON. Diarios I. 29 de noviembre de 1951.
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