domingo, 11 de octubre de 2015

COMO SIGNOS DE INTERROGACIÓN

"¡Pontífices! ¡Pontífices! Somos todos pontífices arengándonos
unos a otros, blandiendo nuestros báculos unos contra otros, dogmatizando, amenazando con anatemas!

Recientemente, en el breviario, leíamos sobre un santo que, a punto de morir, se quitó las vestiduras pontificales y se bajó de la cama. Murió en el suelo, lo cual está muy bien: pero apenas hay tiempo de sentirse edificado con eso, porque uno está todavía cavilando sobre el hecho de que llevara vestiduras pontificales en la cama.

Reflexiones...: simpatía hacia Péguy, hacia Simone Weil, que prefirieron no estar en medio de la página católicamente aprobada y bien censurada, sino únicamente en el margen. Y se quedaron ahí, como signos de interrogación: poniendo en cuestión no a Cristo, sino a los cristianos."

THOMAS MERTON. 
Conjeturas de un espectador culpable. 

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