"Todas las cosas se aman. La naturaleza toda tiende hacia un tú. Todos los seres vivos están en comunión unos con otros. El fenómeno del mimetismo hermana a todas las plantas y animales y cosas: hay insectos que imitan a las flores y flores que imitan insectos, animales que imitan el agua o las rocas o la arena del desierto o la nieve o los bosques o a los otros animales. Y todos los seres vivos se aman y se comen unos a otros en ese vasto proceso del nacimiento y del crecimiento y de la reproducción y de la muerte."
“En una época de conflicto, angustia, guerra, crueldad, confusión, el lector se podrá sorprender con este libro que es un himno al amor, y que nos dice que todos los seres se aman.
ERNESTO CARDENAL.Vida en el amor.
“En una época de conflicto, angustia, guerra, crueldad, confusión, el lector se podrá sorprender con este libro que es un himno al amor, y que nos dice que todos los seres se aman.
El psicoanálisis nos ha enseñado que muchos odios
desconocidos y temores y aún enfermedades físicas con frecuencia no son sino
amor que rehúsa reconocerse como tal, amor que se ha vuelto enfermo porque no
reconoce su verdadera naturaleza y ha perdido de vista su objetivo.
Los conflictos en el mundo no se deben a la ausencia del
amor, sino al amor que no se reconoce a sí mismo, que es infiel a su propia
realidad. La crueldad es el amor sin dirección. El odio es el amor frustrado.
El amor no está sólo en la mente o el corazón, es más que el
pensamiento y el deseo. El amor es acción: y solamente en el acto del amor
alcanzamos la intuición contemplativa de la sabiduría amorosa. Esta intuición
contemplativa es un acto de una especie más elevada, un amor más puro. El amor
disuelve la aparente contradicción entre la acción y la contemplación.
Para alcanzar un maduro acto de amor, debemos primero
experimentar contradicción y conflicto. El amor es una cima de libertad y de
plena conciencia personal. El amor se encuentra a sí mismo solamente en el
acto. El amor que actúa sin conocimiento, a pesar de él mismo y en contra de su
misma naturaleza, no alcanza la plena conciencia de sí mismo. Queda escondido
de sí mismo. También no logra actuar perfectamente como amor. Es visto como
algo distinto del amor.
Todo amor que no es entrega de sí mismo totalmente libre y
espontánea, tiene en sí mismo un sabor a muerte. Esto quiere decir que todo
nuestro amor como hombres ordinarios que no somos santos ni místicos, está
lleno de contradicción, conflicto, amargura. Y tiene ese sabor a muerte.
Y podríamos añadir que es en el conflicto y la contradicción
del amor que no es todavía verdadero, donde podemos descubrir el camino del
amor verdadero. Es aceptando en nuestra plena conciencia un amor imperfecto,
cuando el amor llegará a su perfección.
El primer paso para alcanzar la verdad y pureza del amor es
reconocer en nosotros ese amor que no es todavía puro, pero que sin embargo es
amor, y que aspira por su misma naturaleza a ser puro.
Todas las virtudes son aspectos del amor, y todos los vicios
son también aspectos del amor. Las virtudes son manifestaciones de un amor que
está vivo y sano. Los vicios son síntomas de un amor enfermo porque rehúsa ser
él mismo.
En realidad no hay más que amor. Pero este amor podría estar
en contradicción consigo mismo. Puede ser al mismo tiempo amor y odio, amor y
codicia, amor y miedo, amor y celos, amor y lujuria. Su destino es ser
simplemente amor, sin ninguna otra cosa contradictoria. Pero no puede cumplir
este destino si nosotros tratamos únicamente de suprimir el odio, la codicia,
el miedo, los celos, la lujuria. Estas fuerzas malignas reciben su poder
solamente del amor. Suprimirlas es suprimir el amor. Debieran más bien, por el
contrario, ser conscientes de sí mismas como amor, y cuando lo sean, ya no
desviarán la energía del amor para servir a lo que no es amor."
THOMAS MERTON.
Fragmentos del prólogo al libro “Vida en el amor”
de Ernesto Cardenal.
(citados en El Blog de Grego)
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