lunes, 31 de diciembre de 2018

GRACIAS

Hay una antigua tradición cristiana según la cual Dios envía a cada persona a este mundo: 

Con un mensaje especial que trasmitir, 

Con un canto especial que cantar a los demás, 

Con un acto especial de amor que ofrecer. 


Nadie más puede trasmitir mi mensaje, 

O cantar mi canto, 

U ofrecer mi acto de amor. 


Se me han confiado únicamente a mí. 


De acuerdo con esta tradición, el mensaje puede trasmitirse, 

El canto cantarse y el acto de amor entregarse 

Únicamente a unos pocos, 

O a todos los vecinos de una pequeña localidad, 

O a todos los habitantes de una gran ciudad, 

O incluso al mundo entero. 


Todo depende del plan concreto de Dios 

Para cada persona. 


En este tiempo santo, cuando conmemoramos 

El hecho de que Dios amó tanto al mundo que envió su hijo a él 

Para nosotros, quiero decirte lo siguiente: 


Tu mensaje ha sido escuchado en mi corazón, 

Tu canto ha caldeado mi mundo, 

Y tu amor ha iluminado mi oscuridad. 


Gracias, gracias por tu mensaje, tu canto y tu amor. 

Siempre estarás en mi agradecido corazón y en mis oraciones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.