El "Padre", el Núcleo y Fuente de lo real (el Misterio uno) es amor desbordante, que se despliega y manifiesta en infinidad de formas limitadas, en un mundo de polaridades y contrastes. Cuando nos quedamos en las formas, absolutizándolas, nos perdemos en etiquetas y juicios.Cuando las vemos sencillamente como "formas" y captamos el Misterio que esconden y contienen, todo empieza a hacerse diáfano. Al comprender la unidad que somos, brota el amor, que incluye también al enemigo. Y es así como somos "perfectos", es decir, completos y, por tanto, como Lucas traduce, COMPASIVOS
(Enrique Martínez Lozano)
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