viernes, 23 de agosto de 2019

SABER QUE CRISTO SOY YO

En Adán está toda la humanidad, y también toda la humanidad está en Cristo. Cada ser humano, hombre o mujer, es Adán y es Cristo al mismo tiempo. Es consolador saber que Cristo vino para mí, pero aún más liberador saber que Cristo soy yo. Aquí se da el paso de una religión consoladora a una espiritualidad que transforma y libera. Esto complementa lo que he pensado antes: que Cristo es Señor, pero primero es maestro; no vino simplemente para que le recemos, sino para que aprendamos de él, para que nos descubramos en él. La religión tradicional nos ensena a rezar, siempre Cristo allá y yo aquí, pero no a descubrirme Cristo, a encontrarme a mí mismo en su camino con el Padre. Esa es la verdadera conversión: no un mero cambio de conducta, sino de esencia y de sentido; va más allá del arrepentimiento por lo mal hecho. Es un renacer, un descubrirse nuevo, un despertar de lo divino que hay en nosotros.

(Fr. Manuel de Jesús, 2017)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.