lunes, 21 de septiembre de 2020

CUANDO MERTON SE DISCULPÒ POR DOS DE SUS LIBROS....


"Thomas Merton
escribió un prefacio para la traducción de uno de sus libros por primera vez en 1953. Lo hizo para la edición francesa de El exilio y la gloria, la vida de la madre M. Berchmans, misionera trapense en Japón, que se publicó en los Estados Unidos en 1948, cuatro meses antes de la publicación de su autobiografía, La montaña de los siete círculos, que habría de tener un éxito clamoroso. A diferencia de otros prefacios posteriores, que elaboraban un material previamente usado, o que ocasionalmente surgían como ensayos autónomos, este prefacio para El exilio y la gloria fue breve y, en la expresión del propio Merton, consiste en una «disculpa». A Merton nunca le gustó del todo este libro ni su otro relato hagiográfico, ¿Qué llagas son esas?, la vida de santa Lutgarda de Aywières. ¿Qué llagas son esas? vio la luz dos años después de El exilio y la gloria en los Estados Unidos, aunque dos años antes que el mismo en Francia. En este prefacio se disculpa por ambos libros. 


Las razones que explican la insatisfacción de Merton son complejas. Le parecía que tenían un estilo pobre. En la evaluación que hiciera en 1967 de su propia obra dio la calificación de «horrible» a ¿Qué llagas son esas? y la de «muy pobre» a El exilio y la gloria. Esos fueron los dos únicos libros que le merecieron tan baja estima. Al parecer le hicieron sentir incómodo después de que otros libros, incluso La montaña de los siete círculos, le trajeran el reconocimiento de ser un escritor con una facilidad nada usual. El hecho de haberse sentido obligado a escribir esas dos hagiografías cuando aún era un novicio le seguía molestando. Y se mostró convencido de que habían sido escritos y concebidos dentro de un marco religioso bastante restrictivo. Más adelante se lamentaría de que El exilio y la gloria no mostrara un «talante muy ecuménico» y en 1964 pidió con urgencia que en una traducción indonesia, que finalmente nunca fue publicada, «se suprimieran» varios pasajes. De ese modo Merton escribió el primero de sus prefacios extranjeros para explicar por qué había escrito un libro que consideraba malo, un libro que a su juicio necesitaba ser revisado pero que él mismo jamás revisó ni dio muestras de querer hacerlo. No se conoce borrador alguno en inglés de este prefacio y parece haber fuertes sugerencias de que Merton lo escribió en francés especialmente para esta edición. La versión, pues, fue traducida del francés por el editor sin pretensión alguna de imitar o reproducir el estilo de Merton. El prefacio no apareció en ninguna de las otras traducciones de El exilio y la gloria. La edición francesa, publicada en París en 1955, contiene la declaración definitiva de Merton sobre un libro que consideraba una «evocación piadosa», un libro sobre el que dice que creía –y todo apunta a que lo esperaba– que permanecería en el anonimato". 


"Este libro posiblemente requiera una disculpa o al menos una explicación. Con su predecesor, ¿Qué llagas son esas?, fue escrito cuando el autor estaba completando su noviciado. Salvo por una colección de vidas de santos, escritas hacia el final de ese periodo, ambas fueron las primeras obras en prosa que escribió en el monasterio. 

Cuando el autor recibió de sus superiores la obediencia de escribir la biografía de la madre Berchmans, intentó adoptar el estilo literario al uso en monasterios y conventos, creyendo que iba a escribir una obra adecuada para ser leída en un refectorio trapense. Convencido de que el libro habría de permanecer anónimo y apenas atraería atención alguna, intentó escribir una evocación piadosa semejante a otras de ese tipo. 

Pero una vez avanzado el trabajo del libro, el autor se encontró con un problema. Para hacer justicia a la santidad de la madre Berchmans, que sin asomo de duda fue auténtica y profunda, se hacía necesario reescribir la biografía e incluso hacerlo con un estilo diferente. Por diversas razones eso resultó imposible. 

Afortunadamente la traductora del libro, una monja carmelita, se prestó con gusto a asumir el papel de editora y a corregir las pruebas y, por tanto, la presente versión del texto se debe a sus esfuerzos inagotables. Se hizo cargo de la tarea de revisión a fin de hacer la obra más accesible a un público europeo e indagó en los documentos que nos sirvieron como fuente de información para encontrar nuevos elementos que hicieran la fisonomía de la madre Berchmans más precisa y vívida. Por todo ello, y por su paciencia sumada a mi imposibilidad de ayudarla, el autor extiende su gratitud. Gratitud que también debo a las religiosas trapenses de Laval que se prestaron generosamente a leer el manuscrito y a hacer numerosos y valiosos comentarios. 

El celo y la caridad de cuantos cooperaron en la publicación de esta obra contribuyeron, más que todo lo demás, a su éxito final. Tan solo esperamos que, al haber dado a conocer la vida de una humilde contemplativa trapense, se haya añadido un nuevo testimonio al carácter esencialmente apostólico de la vida cristiana y en particular de la vida contemplativa, que no puede existir sin que al mismo tiempo hablemos con elocuencia, e incluso mediante el silencio, del misterio de Cristo".

Lo anterior está tomado de: "La voz secreta. Reflexiones sobre mi obra en Oriente y Occidente", Thomas Merton. Una recopilación de sus prefacios.

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