"Mañana, revolución en Gethsemani. Por primera vez en un siglo va a introducirse la costumbre de que cada uno se afeite individualmente. El padre prior ha de darnos brochas, maquinillas de afeitar, barritas de jabón y (¡horror!) espejos. El padre abad ha recibido una carta de Our Lady of the Valley explicando todo lo relativo al afeitado. Se establece que nos rasuremos dos veces por semana. ¡Qué afeminamiento! Rascaremos y raparemos nuestras miserables barbillas, con lo que al fin tendremos una penitencia mayor, pero más rápida que la del afeitado con un aparato eléctrico común. Por lo menos no tendremos que estar sin hacer nada mientras esperaremos turno.
Al parecer, en Europa los monjes se afeitan. A Dom Gabriel le sorprendió vernos tan peludos".
Thomas Merton, El signo de Jonás
14 de diciembre de 1948
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.