"La vida cristiana no se reduce a unos actos de piedad individuales y aislados, sino que ha de abarcar cada instante de nuestros días sobre la tierra. Jesucristo ha de estar presente en el cumplimiento fiel de los deberes de nuestra vida ordinaria, entretejida de destalles aparentemente pequeños y sin importancia, pero que adquieren relieve y grandeza sobrenatural cuando están realizados con amor de Dios. Los mártires alcanzaron la cima de su heroísmo en la batalla en la que dieron su vida por Jesucristo. El heroísmo al que Dios nos llama se esconde en las mil escaramuzas de nuestra vida de cada día. Hemos de estar persuadidos de que nuestra santidad --esa santidad, no lo dudemos, a la que Dios nos llama-- consiste en alcanzar lo que Juan Pablo II ha llamado el «nivel alto de la vida cristiana ordinaria».El mensaje de los mártires es un mensaje de fe y de amor. Debemos examinarnos con valentía, y hacer propósitos concretos, para descubrir si esa fe y ese amor se manifiestan heroicamente en nuestra vida.Heroísmo también de la fe y del amor en nuestra actuación como personas insertas en la historia, como levadura que provoca el fermento justo. La fe, nos dice Benedicto XVI, contribuye a purificar la razón, para que llegue a percibir la verdad. Por eso, ser cristianos coherentes nos impone no inhibirnos ante el deber de contribuir al bien común y moldear la sociedad siempre según justicia..."
Beatificación 498 mártires, Roma, 28 de octubre de 2007.
Beatificación 498 mártires, Roma, 28 de octubre de 2007.
Es complejo este asunto de las beatificaciones de mártires de la guerra civil en España, y ha suscitado variadas reacciones. Claro que veo el valor de este testimonio, pero no veo claro si las motivaciones para este reconocimiento AHORA lo son.
ResponderEliminarQué defendían los que murieron y los que mataron? Qué defienden ahora los promotores y participantes entusiastas de esta celebración?