sábado, 2 de agosto de 2025

EL EVANGELIO SOCIAL DE THOMAS MERTON

Contemplación que Transforma el Mundo

En tiempos marcados por el ruido, la polarización y el sufrimiento humano, la figura de Thomas Merton emerge como un faro silencioso que ilumina el camino del compromiso cristiano desde la contemplación. Su vida monástica no lo aisló del mundo; al contrario, lo sumergió más profundamente en sus heridas. Merton vivió lo que podríamos llamar un “Evangelio social”: una espiritualidad encarnada que une oración, justicia y comunión.

🕊️ Contemplación: Ver con los ojos de Dios

La contemplación es la conciencia pura, atenta, receptiva… es ver el mundo como lo ve Dios.”
— Thomas Merton

Para Merton, la contemplación no era evasión ni lujo espiritual. Era una forma radical de estar presente ante la realidad, de abrir el corazón al sufrimiento humano y de descubrir en el silencio la voz de Dios que clama por justicia. Desde su celda en el monasterio de Gethsemani, escribió oraciones por los niños víctimas de la guerra, reflexiones sobre el racismo, y denuncias contra la violencia estructural.

La contemplación auténtica, decía, nos desinstala. Nos hace vulnerables, compasivos, disponibles. Nos enseña a mirar el mundo no desde el juicio, sino desde la misericordia.

Compromiso: La fe que transforma estructuras

No podemos amar a Dios si no amamos a los pobres, a los marginados, a los que sufren.”
— Thomas Merton

Merton no fue un activista en el sentido clásico, pero su palabra fue profundamente profética. Denunció la guerra de Vietnam, el racismo en Estados Unidos, la lógica destructiva del poder. Su compromiso no nacía de ideologías, sino del Evangelio. Para él, la vida cristiana debía ser testimonio de la verdad, incluso cuando esa verdad incomodaba.

Su espiritualidad contemplativa lo llevó a una radical solidaridad con los excluidos. En sus escritos, encontramos una teología encarnada, donde la oración se convierte en acción, y la acción en oración.

🤝 Comunión: La unidad como signo del Reino

La verdadera unidad no se impone, se descubre en el corazón de Dios.”
— Thomas Merton

Merton fue pionero en el diálogo interreligioso. Su encuentro con el Dalai Lama, sus estudios sobre el budismo zen, y su apertura al islam y al hinduismo revelan una espiritualidad profundamente inclusiva. Para él, la comunión no era uniformidad, sino reconciliación. El cristiano está llamado a ser puente, no muro.

Esta visión de unidad se extiende también a la creación, a los pobres, a los que piensan distinto. Merton nos invita a descubrir en cada rostro humano una chispa del misterio divino.

🌱 El Evangelio social como camino de santidad

La santidad, en la visión de Merton, no está reservada a los altares. Está en la entrega cotidiana, en la fidelidad silenciosa, en el amor que se hace gesto concreto. Su vida nos recuerda que el cristiano está llamado a ser contemplativo en la acción, y activo en la contemplación.

Hoy, más que nunca, su mensaje resuena: no hay verdadera espiritualidad sin compromiso con el mundo. No hay Evangelio sin justicia. No hay oración sin comunión.

¿Qué significa vivir el Evangelio social hoy?

Significa orar desde las heridas del mundo. Significa actuar con ternura y firmeza. Significa construir puentes donde otros levantan muros.
Significa, como Merton, dejar que el silencio nos transforme… para que podamos transformar el mundo.

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