
Estábamos comentando en una entrada anterior el libro “Los manantiales de la Contemplación”, que recoge dos retiros o encuentros realizados por Merton en los predios de Getsemaní con un grupo de religiosas contemplativas. El primero de estos encuentro tuvo lugar en diciembre de 1967, y el segundo, en mayo de 1968; es decir, que ambos tuvieron lugar en el último año de vida de Thomas Merton, por lo que nos permiten conocer de primera mano las inquietudes y proyectos de Merton en el mismo año de su absurda muerte. Algunos de los temas tratados por Merton en estos encuentros fueron:
1-Formas alternativas del compromiso contemplativo.
2-Responsabilidad de una comunidad de amor.
3-Opciones proféticas contemporáneas.
4-El respeto a la persona, diversidad en comunidad.
5- Honestidad en la elección de la vida.
6-La mística femenina.
7-Zen: una forma directa de vivir la vida.
8- Libertad de acción y obediencia.
9-Comunidad: el lugar donde Cristo está actuando.
Algunos textos de estas pláticas:
2-Responsabilidad de una comunidad de amor.
3-Opciones proféticas contemporáneas.
4-El respeto a la persona, diversidad en comunidad.
5- Honestidad en la elección de la vida.
6-La mística femenina.
7-Zen: una forma directa de vivir la vida.
8- Libertad de acción y obediencia.
9-Comunidad: el lugar donde Cristo está actuando.
Algunos textos de estas pláticas:
“Nuestro ser es silencioso, pero nuestra existencia es ruidosa. Nuestras acciones tienden a ser bulliciosas, pero cuando cesan queda un sustrato de silencio que siempre está presente. Nuestro quehacer como contemplativos consiste en permanecer en contacto con ese sustrato de silencio y comunicarnos desde ese nivel, y no sólo en estar en contacto con un aluvión de actividades en incesante proceso de cambio. A nosotros nos corresponde la tarea de mantener el silencio vivo para los demás y a la vez para nosotros mismos, puesto que no hay nadie más, no hay otros que intenten hacerlo. Se puede suponer que todo esto le importa poco y nada a la mayoría de la gente; sin embargo, le importa y mucho. El silencio tiene en nuestra época un gran valor simbólico. Por mucho que se diga que la vida contemplativa y sus valores no tienen para nuestros contemporáneos mayor importancia, o que no suscitan en ellos demasiado interés, esto no es verdad. Hay una infinidad de personas que buscan en la contemplación y en la meditación un sentido de la vida”.
“El silencio verdadero no es aislamiento. Las personas que viven en silencio pueden comunicarse, y se comunican. El silencio puede trasmitir muchos mensajes diferentes, puede ser una forma poderosa de comunicación. El silencio profundo, contemplativo, comunica oración. Hay una marcada diferencia entre el silencio de una ermita y el de una comunidad en oración”.
Merton, que aun siendo monje, seguía siendo un hombre de su tiempo, intentaba ayudar a las hermanas, contemplativas como él, a responder a los requerimientos del Concilio Vaticano II, que pedía a la vida religiosa en general un “aggiornamiento”, una inserción de los diversos carismas en las realidades concretas del mundo en que vivían su vocación.
“El silencio verdadero no es aislamiento. Las personas que viven en silencio pueden comunicarse, y se comunican. El silencio puede trasmitir muchos mensajes diferentes, puede ser una forma poderosa de comunicación. El silencio profundo, contemplativo, comunica oración. Hay una marcada diferencia entre el silencio de una ermita y el de una comunidad en oración”.
Merton, que aun siendo monje, seguía siendo un hombre de su tiempo, intentaba ayudar a las hermanas, contemplativas como él, a responder a los requerimientos del Concilio Vaticano II, que pedía a la vida religiosa en general un “aggiornamiento”, una inserción de los diversos carismas en las realidades concretas del mundo en que vivían su vocación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.