miércoles, 10 de diciembre de 2008

Thomas Merton: 40 años de su muerte.




Hace hoy 40 años que perdimos a Thomas Merton.
Hace hoy 40 años que
lo ganamos
para
siempre.
Hace apenas 2 que este blog existe,
con la pretensión de darle a conocer,
de hacerle más amigo y maestro en estas lides del espíritu.

En muchos sitios se estará recordando esta fecha,
y se seguirá haciendo en los próximos meses.
La Iglesia y el mundo necesitan el testimonio de este hombre,
de este buscador de Dios, de su luz y su verdad.
Aquí, en este blog, seguiremos dejándonos acompañar por él.
Sin absolutos, sin ilusiones, pero abiertos siempre a lo trascendente,
al encuentro con el Jesús que también conoció Merton.
Recomendamos: Un especial sobre Thomas Merton en: http://www.palabracubana.org/


3 comentarios:

  1. Me ha parecido excelente el conjunto de artículos publicados en el enlace que has señalado, Manuel. Algunos de ellos ya los había leído. Las fotografías del monasterio de Getsemaní son una maravilla, belleza plástica y atmósfera espiritual dándose la mano. Lugares así son especiales, aunque sólo sea para soñarlos, trasladada por el alma.
    Me parece muy definitoria de la espiritualidad mertoniana, esa auténtica declaración de valores y principios, a la que Merton hace referencia en el prefacio a la edición japonesa de “ La Montaña de los siete círculos”. Y muy clara su postura ante los seudoreligiosos o seudoespirituales. Ya dijo San Agustín: “Toda virtud simulada es una impiedad duplicada, porque a la maldad se une la falsedad”.
    Para los que no lo hayan leído:
    A través de mi vida monástica y de mis votos digo
    NO
    a todos los campos de concentración,
    a los bombardeos aéreos,
    a los juicios políticos que son una pantomima,
    a los asesinatos judiciales,
    a las injusticias raciales,
    a las tiranías económicas,
    y a todo el aparato socioeconómico que no parece encaminarse sino a la destrucción global a pesar de su hermosa palabrería en favor de la paz.
    Hago de mi silencio monástico una protesta contra las mentiras de los políticos,
    de los propagandistas y de los agitadores,
    y cuando hablo es para negar que mi fe y mi iglesia puedan estar jamás seriamente alineadas junto a esas fuerzas de injusticia y destrucción.
    Pero es cierto, a pesar de ello, que la fe en la que creo también la invocan muchas personas que creen en la guerra, que creen en la injusticia racial, que justifican como legítimas muchas formas de tiranía.
    Mi vida debe, pues, ser una protesta, ante todo, contra ellas.
    Thomas Merton

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  2. Ayer, día 10, también era el día internacional de los derechos humanos. Es triste mirar alrededor, y coroborar cuánto falta aun en este camino. En nuestra propia patria, padre Manuel, esos derechos son ignorados muchas veces. Merton era un hombre sensible a los problemas de su tiempo, por lo que en este aniversario de su muerte le encomiendo nos ayude a trabajar por un mundo mejor.

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  3. Gracias a Thomas Merton por todo lo que nos ha dejado para alimentar la fe en el camino. Un maestro y un hermano en esta búsqueda incansable de Verdad.

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