
"Me parece la cosa más absurda del mundo sentirme tan contrariado sólo porque soy débil, distraído, ciego, y no hago más que cometer errores. ¡Como si pudiera esperarse otra cosa! ¿Va a amarme Dios menos porque no consiga santificarme por mí mismo, ayudado por mis propias fuerzas y a mi manera? Él me ama más porque soy torpe y desvalido sin Él. Y por debajo de lo que soy Él ve lo que algún día seré por puro don Suyo. Esto le complace, y a mí, por tanto, también; y espero Su gran amor, que es mi alegría".
"Leo y releo a San Juan de la Cruz, y me parece comprenderle, aunque las más elementales nociones que enseña no han arraigado en mi vida. Pero no importa, porque poco a poco penetrarán en ella. Y ese hecho -me refiero a mi ceguera- forma parte de esa pobreza que quiero amar para gloria de Dios. No debo actuar como si de alguna manera pudiera poseer el secreto de algún conocimiento o de alguna técnica para llegar a la posesión de Dios".
"Sé por qué nunca seré capaz de escribir en un diario cosa alguna acerca de la oración: porque cualquier cosa que se escriba, sea o no en un diario, se trueca, al menos implícitamente, en asunto ajeno. Al hablar de oración, me refiero a lo que sucede en mí como primera persona del singular. Lo que realmente le ocurre a lo que soy yo realmente no le compete a nadie más".
"El amor,cuando comienza, lleva un paso tan rápido que hay que sujetarse bien para no caer".
Thomas Merton.
"El signo de Jonás.