BIENVENIDO A TU CASTILLO…
Hace mucho años, en 1577, santa
Teresa escribió un libro que sigue siendo válido para nosotros. Se llama el
CASTILLO INTERIOR, también conocido como el libro de Las Moradas. El mensaje de
este libro está extraído de los evangelios; a partir de la vida de Jesús,
Teresa fue sacando su propio itinerario espiritual, y descubrió que había siete
momentos, siete etapas en el camino hacia Dios; es decir, siete actitudes muy
importantes para vivir Así nació este libro que puede servirnos como guía para
la vida. No es necesario tener cualidades especiales para vivir esas etapas o
moradas, sino simplemente ser un buscador, un peregrino, un caminante de la
senda de Cristo. En ese Castillo Interior del que nos habla Teresa hay muchos
lugares especiales donde podemos encontrar luz, confianza, fortaleza, virtudes
y alcanzar esa plenitud para la que fuimos creados.
PRIMERA MORADA: Tú eres el
castillo. Dentro de ti pasan muchas cosas. Si te decides a seguir esta forma de
vivir, pon los ojos en Cristo, los ojos en el Reino de Dios y los ojos dentro
de ti. Vivirás el itinerario desde dentro, desde el corazón, desde “el centro” diría
Teresa. Eres un castillo habitado por el mismo Dios. En lo más profundo de cada
uno de nosotros vive Dios. Iremos en su busca. Estamos llenos de maravillas y
las desconocemos porque no entramos dentro de nosotros mismos. Vivimos en la
periferia. El Señor quiere comunicarse contigo, vivir una historia de amistad.
Somos capaces de conseguirlo porque hemos sido creados a imagen de Dios. Mejor
dicho, en cada instante Dios te crea y te cría como una buena madre. Decídete a
entrar. Basta con desearlo. Dios no pone condiciones. Sea cual sea tu vida. Él
quiere ser tu amigo. Si te decides, en muy poco tiempo Dios cambiará tu vida.
Serás mejor persona, más feliz y más capaz de amar a Dios y a los demás.
CONSEJOS PARA ESTA PRIMERA
MORADA:
. Entra
en el castillo, es decir, dentro de ti; recógete, escucha, admira, abraza.
. Pon
tus ojos en Cristo, y mira el Reino que Dios te ha preparado para siempre, y
mira dentro de ti.
. Lleva
una vida normal, la de siempre, y cuando puedas, a lo largo del día, piensa en
Dios.
. Dios
es amor. Si tienes otra imagen de él, debes cambiarla.
. Haz
una oración al comienzo y al final de cada día: sencilla, de pocas palabras,
las que quieras.
. Reza
con frecuencia el Padrenuestro. Dilo despacio, con los labios y el corazón, e
invita si puedes a personas cercanas a rezarlo contigo.
. Procura
siempre hacer el bien.
(Estas notas están tomadas, no
literalmente, de lo publicado por Antonio Más Arrondo en la revista ORAR, de la
Editorial Monte Carmelo. El 2013 está dedicado a la lectura y reflexión de esta
obra cumbre de santa Teresa de Jesús, como preparación a las celebraciones por
el V centenario de su nacimiento).
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