domingo, 17 de marzo de 2013

ITINERARIO DE CUARESMA: Lo que importa es amar.

Al final de la Cuaresma las tres lecturas dominicales coinciden al invitarnos a dejar lo antiguo, lo pasado, atrás, y mirar hacia adelante, en una vida nueva, capaz de reconocer la novedad de Dios.   
  
No mires lo de atrás, mira hacia adelante, siempre Dios da otra oportunidad, porque la novedad de Dios brota por doquier. 

 La Cuaresma es, primero, reconocimiento, luego arrepentimiento, y al final, empezar de nuevo, perdonados y bendecidos. No falta quien relacione el relato evangélico del encuentro de la mujer adúltera con el sacramento de la confesión, lo mismo que hacían con el del domingo pasado, pero creo que aquí Jesús no es que perdone a la adúltera: es que no la acusa. Dice: Yo tampoco te condeno. Anda, y no peques más; es decir, mira hacia adelante. Recordar que se trataba de una ley masculina, que afectaba sólo a la mujer, no al hombre adúltero. Jesús no acusa, no se suma al coro, sino que invita a que cada uno se mire a sí mismo. Creo que el reconocerse cada uno pecador no es para alimentar culpas, sino para que descubras la fragilidad compartida, y perdones.

Así dice la oración colecta de hoy: “Que vivamos siempre de aquel mismo amor que movió a Cristo a entregarse a la muerte para salvar el mundo”. (AMOR). Preparados, listo, para el amor.  Todo el camino cuaresmal es para esto: para abrirnos al amor que  Dios nos regala en Cristo: infinito, gratuito e incondicional. Ahora podemos entrar en las celebraciones de Semana Santa con la certeza de que el Amor es más fuerte que la muerte, que no hay nada que temer, porque el Dios que Jesús nos entregó amó tanto este mundo que se hizo uno con él. Si miramos ahora a nuestro alrededor lo veremos en todas partes, y no sólo en el templo, en los ritos, en las tradiciones. Está en la gente, sí, a pesar de todo, en este mundo que parece no conocerle, en los animales, las plantas y los meteoritos. Está, definitivamente, en la historia y en la Vida. No dudarlo, siempre se puede volver a empezar, hoy puede ser el primer día del resto de tu vida.  
El encuentro con el amor supone siempre un  nuevo comienzo.


Recordemos el  itinerario propuesto al comenzar este camino:
Llamados a la CONVERSIÓN para adentrarnos en el MISTERIO que nos revela a CRISTO, PALABRA; él nos comunica la buena noticia de la MISERICORDIA del Padre, y nosotros nos APRESURAMOS para entregarnos en brazos del AMOR.


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