viernes, 15 de marzo de 2013

UN CUERPO VIVO...

"En la Iglesia católica identificamos de forma excesivamente rígida fidelidad a Dios con fidelidad a la organización externa de la Iglesia... Hay momentos en que la fidelidad a Dios no es compatible con la mera obediencia a una norma externa: la fidelidad a Dios requiere algo distinto. Ciertamente, no la revolución ni la desobediencia, pero sí una presentación de puntos de vista alternativos y más profundos".

"Una fidelidad que exige siempre el sacrificio de lo interior y más perfecto con el fin de confrontarse a una norma externa mediocre y que lo único que pide de nosotros es una cierta pasividad e inercia, es en realidad una infidelidad a Dios y a su Iglesia. Por otra parte, no debemos convertir la autonomía en un fetiche y ser fieles únicamente a nuestra propia voluntad, puesto que esta es otra manera de ser infiel".

"Considerar a la Iglesia no tanto una organización cuanto un cuerpo vivo de libertades interrelacionadas. La fidelidad no pertenece tanto al ámbito de la Ley cuanto al ámbito del amor".

Thomas MERTON, DIARIOS, enero de 1963.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.