"Thomas Merton, dotado por la naturaleza y la herencia de una fina sensibilidad espiritual, artística y literaria, ingresa en una orden que, por aquel entonces, vive en el provincianismo restringido de una vida observante de las tradiciones "trapenses" allá por el
año 1941, y en medio de unos acontecimientos mundiales que harán cambiar el curso de la historia moderna.
En 1946 publica La montana de los siete círculos, la obra que le daría a conocer universalmente y que abre a la sociedad americana las puertas de una abadía trapense y a los monjes y monjas no americanos les hace ver un modo de narrar el itinerario monástico y espiritual de una vocación cisterciense, y la vida íntima de un monasterio, desde unas perspectivas totalmente nuevas en la narrativa espiritual y monástica al uso. Merton habla en este libro como él es, y manifiesta abiertamente su modo de ver las cosas. Quienes no sean monjes y no conozcan cómo se vivía en aquellos años en una trapa (daba lo mismo que esta estuviera en Francia, Estados Unidos o España, la vida era idéntica) encontrarán dificultades para comprender el alcance de esta obra y su repercusión en los ambientes monásticos.
Merton aparece ya con un profundo sentido crítico de la realidad que le rodea. Pero nuestro autor, debido a sus capacidades intelectuales y al dominio del latín y del francés, puede leer, de los años 41 a la publicación de su obra emblemática, algo que los monjes trapenses leían poco, especialmente en los EE. UU.: los textos fundamentales de la tradición cisterciense. De ahí es de donde parte y se fundamenta la personalidad monástica de Merton; y de la asimilación del carisma cisterciense es de donde se nutrirá su enseñanza posterior a los novicios y jóvenes profesos de la abadía de Gethsemaní. De las profundas horas de lectura de los autores cisterciences medievales brotarán sus libros sobre la contemplación y sobre la espiritualidad y virtudes de la vida cisterciense".
(Prólogo de Francisco R. de Pascual, al libro de
Francisco Beltrán Llavador
"La contemplación en la acción")
San Pablo, 1996.
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